—Desde el 14 de agosto, «El diario del fútbol» pasa a los sábados de 10 a 12 de la mañana por Canal 4. ¿Cambia en algo el contenido más allá del nuevo horario?
—Vamos a apostar más a la interacción con la audiencia, algo más parecido a lo que hago en «¿Usted qué opina?» (Sport 890) con ida y vuelta con la gente. El horario es más propicio para ese tipo de contenido. El equipo se mantiene, con la excepción de que perdimos a Leo Sanguinetti, que los sábados a mediodía conduce el programa «Abran cancha», en Del Sol FM. Es un dolor para nosotros porque Leo es un gran periodista. Pero bueno, no pudimos elegir otra opción de horario.
—De haber elegido, ¿te hubiera gustado pasar a los domingos de mañana para competir con «Punto penal» y «Polideportivo»?
—La verdad creo que el espacio para los programas deportivos en la TV abierta quedó en los sábados y los domingos de mañana y la competencia tan fuerte prefiero evitarla. Punto penal y Polideportivo se reparten una buena audiencia futbolera y en nuestro caso, la tenemos toda para nosotros el sábado. Prefiero que no. Los programas deportivos son lo que técnicamente se llaman programas de «nicho». Tienen un público determinado. Es verdad que una vez cada cuatro años todo el mundo está pendiente porque hay un Mundial, pero semana a semana, nuestro público son los hinchas de fútbol. Nos tenemos que manejar con eso.
—¿Extrañaste no hacer «Cámara celeste» en la Copa América?
—Sí, fue la primera vez en mucho tiempo que no la pudimos hacer. Pero volvemos pronto y con una primicia: Lali Sonsol se incorpora a «Cámara celeste» y volvemos para próxima fecha de Eliminatorias en setiembre. Aunque de distintas generaciones, regresa la dupla «Sonsol-Gorzy». El programa lo hice hasta que empezó el COVID-19 y en este tiempo mantuvimos el espacio, pero con programas especiales con entrevistas a jugadores de otros tiempos.

—¿Costó tomar la decisión de no ir a Brasil?
—Puse varias cosas en la balanza. No iba a haber público en los estadios y el programa básicamente lo hacían los hinchas. Además, la movilidad de los periodistas estaba limitada. No se podía ir a los hoteles. Brasil estaba en un momento complicado de la pandemia. Y yo, aunque estoy vacunado, capaz que me contagiaba y quedaba aislado 15 días en una ciudad de Mato Grosso. A esta altura de mi carrera puedo darme el lujo de decir que no.
—Recientemente estalló la polémica por el pedido de FIFA de quitar dos estrellas de la camiseta de Uruguay al no considerar las medallas de oro de 1924 y 1928 como títulos mundiales. ¿Cómo crees que se saldará el diferendo?
—Creo que va a quedar como estaba y la camiseta seguirá con las cuatro estrellas, como debe ser. Fue un poco confuso la forma en que se comunicó FIFA. No hubo una comunicación a la AUF. El sector uniformes deportivos de FIFA se lo comunicó a la empresa Puma y esta firma lo que hizo fue escribir a Tenfield, que es la empresa en Uruguay con la que tiene más contacto y ahí toma estado público la situación. Para mí, hubo un apresuramiento de esa comisión de uniformes de FIFA que no tiene por qué conocer la historia y la autorización, otorgada en 1991 por la propia FIFA, a que Uruguay use las cuatro estrellas. Más allá de lo sucedido, los hechos son los hechos y Uruguay fue cuatro veces campeón del mundo. Eso no lo puede cambiar nadie.
—»Buscadores» y «La hora de los deportes» cambiaron su estética y no están saliendo desde los estudios de Canal 5 o de VTV. ¿Por qué?
—Estamos saliendo desde la productora MVD Films porque los dos canales tuvieron períodos de estudios cerrados por la pandemia y nosotros seguimos de largo. Estamos muy cómodos en la productora y de hecho, El diario del fútbol también lo vamos a hacer desde ese estudio.

—Hace unos días el periodista Federico Leicht comparó en redes la apertura de agenda para la tercera dosis de la vacuna con «Auschwitz». Discrepaste en esa comparación y él te llamó «camisetero» y «acomodado». No lo respondiste más…
—No le respondí porque me di cuenta de que está con problemas de desequilibrio mental. Yo respeto mucho a la gente que está enferma. Entiendo que las enfermedades son dolorosas y le deseó una pronta recuperación. Yo no discuto con un borracho como no discuto con una persona que está enferma. Al principio pensé era un intelectual, un escritor, que había hecho una comparación infeliz y me hizo acordar a lo que hizo Marcelo Tinelli al poner una foto de Ana Frank. Pero cuando vi que estaba mal psiquiátricamente ya no seguí. Ojalá se recupere.
—Nacho Álvarez recordó hace unos meses una enemistad contigo luego de un programa de Pan y circo (2007) sobre el conflicto en Medio oriente que te pareció tendencioso. ¿Han vuelto a hablar?
—Eso fue hace años y no hemos hablado. Yo no tengo ningún problema con Nacho. Trabajamos en el mismo canal incluso.
—¿Se saludan ahora?
—La verdad es que no nos cruzamos, pero creo que no nos saludaríamos. Tuvimos un entredicho hace mucho tiempo y las cosas no quedaron bien. Y él, cada tanto, cuando le preguntan recuerda el hecho como algo desagradable para él y me critica. Por mi parte ya fue. Él tiene una muy buena carrera y yo tengo la mía. Cosas que pasan.

—¿Estás contento con el nuevo equipo de «La hora de los deportes»?
—Por supuesto que Alberto (Sonsol) es y será inolvidable para todos. Ahora estamos con Sandra Rodríguez en la conducción y un panel como siempre polémico. Creo que ella lo está llevando muy bien. Hasta que no termine la pandemia seguiremos con esa estructura de la mitad de los panelistas en estudio y los otros por Zoom. Creo que el Zoom es como el VAR; llegó para quedarse. Lamentablemente lo del VAR, afortunadamente por el Zoom.
—Otra vez estuvo sobre el tapete el tema de la continuidad de Oscar Tabárez. A tu juicio, ¿debe terminar el ciclo?
—Mi discrepancia con los que piden la renuncia de Tabárez no es porque crean que hay que cambiar, que está dentro de una posibilidad razonable. Lo que digo es que para pedir que se vaya no es necesario mentir y decir que todo lo que hizo no sirvió para nada. Quienes dicen que ganar una Copa en 15 años es poco, quienes dicen que salir cuarto o quinto en un mundial es poca cosa o que el respeto ganado en favor de la selección en este tiempo es poco, están equivocados. No es justo. Los que piden su renuncia lo argumentan por el lado de que fue insuficiente. No. Argumentame que se come los cambios o que es muy defensivo. Ahí podemos discutir. Pero para lo otro no cuenten conmigo.
Por Tony Reyes
