En 2009 abrió sus puertas Hemocentro Maldonado, parte integral del Servicio Nacional de Sangre y de ASSE. Provee hemocomponentes, y servicios de Medicina Transfusional cumpliendo con los máximos estándares de calidad nacionales e internacionales valorando los principios de atención humanizada, acceso equitativo y servicio de excelencia. Entrevistamos al Dr. Jorge Curbelo (hematólogo), director técnico de la institución para una puesta al día sobre el funcionamiento del banco de sangre y también sobre la donación de plasma convaleciente y su importancia en el tratamiento del COVID 19.
Dr. Curbelo: ¿Qué es el plasma convaleciente y qué uso se puede dar en pacientes con COVID19?
El plasma convaleciente es el plasma de una persona que tuvo COVID, que desarrolló anticuerpos frente a la enfermedad, y que está en fase de curación. Esas defensas quedan en su organismo en el plasma, y esas defensas son lo que nosotros extraemos para poder conservarlas a una temperatura del entorno de menos 30 grados y poder transfundírselo a la persona que está empezando a cursar la enfermedad.
¿Qué ventaja tiene esto? Al paciente le estamos adelantado un paso, al darle anticuerpos que otra persona generó, para darle tiempo a su cuerpo a generar sus propios anticuerpos. Es una especie de “vacuna pasiva” que ayuda a obtener sus defensas. Está comprobado en el mundo que da resultado, no es un descubrimiento nuestro.
¿Cómo se llego en Uruguay a este tipo de tratamientos?
En Uruguay comenzamos un poco tarde. La emergencia sanitaria la decreta el presidente el 13 de marzo de 2020 y el 14 o 15 le enviamos un mensaje explicando que, si bien no era la cura, existía la posibilidad de ayudar a frenar o detener, – y que no se agravara el tema de la pandemia usando plasma convaleciente.
Allí nos respondió que iba a comunicar al Ministerio de Salud Pública. El Ministerio formó una comisión que no incluyó al Hemocentro y trabajaron en una primera instancia, aplicándoselo a pacientes en etapa avanzada cuando estaba en CTI, que se demostró claramente que no es la etapa donde se aplica este tratamiento.
Entre tanto, nosotros aquí seguimos trabajando fuertemente junto a la Lic. Fernanda Bangueses y gracias a contactos que tenemos, como la familia Grosskopf (quienes nos ayudaron mucho en concretar la cena solidaria de recaudación para el Hemocentro, donde asistió el presidente), pudimos avanzar.
Grosskopf tiene un amigo, Renato Montifiore que es Presidente de la Fundación Infant, que le da el soporte económico al grupo de estudio del Dr. Fernando Polack responsable de un protocolo en Argentina que desarrollara la correcta aplicación del plasma convaleciente
Así que tuvimos el gusto de conocerlo y de trabajar con el grupo de sus asesores. Por otro lado el Dr. Cohen, integrante del GACH, visitó el Hemocentro, y luego de varios contactos con personas clave, se conforma una comisión con reconocidos profesionales. Así comenzamos a trabajar y quedó demostrado, aceptado y publicado a nivel internacional, el protocolo argentino que decía que este tratamiento es adecuado y efectivo si se aplica dentro de las primeras 72 horas que se tenía la sintomatología o el diagnostico de estar cursando un COVID.

¿Qué resultados se vieron con el tratamiento?
Obtuvimos muy buenos resultados. En 211 pacientes a lo que se les aplicó plasma, el 88 % tuvieron una respuesta excelente. No requirieron internación, ni CTI, ni oxigenoterapia.
Entonces, si hay protocolos definidos y con tan buenos resultados. Si podemos evitar internación y oxigenoterapia, ¿Por qué en general los médicos no lo recomiendan?
Bueno creo que diste en el clavo con esa pregunta. Realmente no lo sé. Me da mucha rabia y tristeza. No sabes la cantidad de gente que me llamó contándome experiencias. Cabe destacar que en Maldonado (tanto Mautone como Asistencial) nos han llamado para aplicar el protocolo, incluso pacientes lo han pedido. Pero, personalmente tuve una discusión sobre este tema con la Dra. Zaida Arteta, (actual presidenta del Sindicato Médico del Uruguay), porque se niega a algo que se aplica hoy a nivel mundial. Y lo que es peor, diciendo cualquier disparate a nivel público, como por ejemplo, que no había stock suficiente, que no estaba adecuadamente demostrado, y dijo todo esto siendo infectóloga.
¿Por qué se niegan algunos o se ponen ese balde en la cabeza? La verdad que no lo sé. Es una alternativa terapéutica que le podemos dar al paciente, y que, en el peor de los casos, si no da el resultado esperado, no le estas agravando la patología. Pero el tema es que si no lo aplicas en ese determinado tiempo (72 horas) después, para atrás no podés volver. Así que considero que quienes se niegan es por necedad.

¿Es verdad que el plasma es muy caro, que por eso no se recomienda como tratamiento? Y además, ¿alguien en forma particular puede adquirirlo?
Desde ya te niego rotundamente que sea caro. Por el contrario es mucho más accesible que otros tratamientos. Te diría que te sale lo mismo que te cuesta un análisis PCR particular. Pero el 99 % de los pacientes del Uruguay, tanto públicos como privados tiene acceso sin costo, porque se hace a través de la mutualista o de la asistencia pública y el costo de producción, kit especial y demás es asumido por ASSE, como parte de darle atención a todo el mundo por igual.
Se había corrido una voz que decía que las mutualistas no tenían maquinas de aféresis, que era muy caro o que no había infraestructura. Pero nosotros con el hemocentro demostramos que esa infraestructura está, y pudimos atender donantes de todo el país. Porque si no hubiésemos tenido esa unidad móvil de aféresis (que es la única que hoy tenemos en el país, la única que hay en Latinoamérica), dos máquinas en una unidad móvil, no hubiésemos podido ir a donde se necesita, donde haya un potencial donante. Y eso es gracias a esa cena solidaria que te mencioné anteriormente.
Estamos en condiciones de decir a través de Portada, a todos nuestros lectores, que si les dan un PCR positivo ¿inmediatamente gestionen la aplicación de plasma convaleciente?
SI, por lo menos gestionar que se lo tenga en cuenta y ver si hay posibilidad de hacerse en tratamiento. Porque de acuerdo al protocolo actual vigente, toda persona mayor de 75 años sin dudas, quienes tengan menos de 65 con alguna morbilidad, inmunodeprimidos, trasplantados, obesos o pacientes que tengan alguna patología asociada de riesgo, entran en el protocolo. Pero lo crucial es exigir la consulta con internista y hemoterapeuta, que son los dos que van a decidir si se aplica o no el plasma.
Un tema no menor que ocurre en estos días es que contamos con un buen stock de plasma convaleciente pero con la variante P1. Estamos empezando a tener la variante Delta, así que trabajamos en obtener plasma con esa variante: También se está reviendo el protocolo, para los pacientes vacunados con Sinovac, si llegaran a contraer la enfermedad, hacerles el tratamiento de plasma convaleciente aunque estén vacunados.
¿Cómo está el hemocentro al día de hoy?
La verdad que muy bien. Estamos trabajando fuerte y felices por los resultados, sobre todo por la respuesta que tenemos de la población. Como siempre decimos, es fundamental la materia prima, porque si no tenemos donantes, ni el hemocentro ni el hemobus tendrían razón de existir.

¿Influyó la pandemia en el flujo de donantes de sangre?
En cierta medida, la pandemia a nosotros nos sirvió para que nos conocieran más a nivel nacional. Aunque inauguramos en octubre de 2009, mucha gente nos dice al día de hoy que no tenían idea de que existíamos. Todos maravillados con el Hemobus, que permite que vayamos en busca del donante, y que la gente no se tenga que trasladar.
Eso fue algo que en pandemia golpeó fuerte, porque la gente no quería ir a sanatorios u hospitales. Por un lado se le pedía a la gente que no saliera y se mantuviera en su burbuja, y los hemocentros del país (en un 99 por ciento) están dentro de centros de salud. Eso trajo una abrupta disminución de donación de sangre en el resto del país, pero a su vez posicionó muy bien nuestro hemocentro. Nosotros en plena pandemia tuvimos un aumento de un 30 por ciento más de la cantidad de donaciones de sangre comparada a la prepandemia, y eso se explica porque tenemos los elementos para ir en busca del donante y darle esa seguridad. Seguridad que también sienten en nuestras instalaciones, porque estamos ubicados fuera de un centro asistencial.

Política de Calidad del Servicio
El Servicio Nacional de Sangre es parte integral de la Institución ASSE y aporta positivamente a su liderazgo en la atención a la salud a nivel nacional. Para esto provee hemocomponentes, y servicios de Medicina Transfusional cumpliendo con los máximos estándares de calidad nacionales e internacionales valorando los principios de atención humanizada, acceso equitativo y servicio de excelencia. Promueve la donación voluntaria y reiterada de sangre con el fin de producir hemocomponentes con el máximo de seguridad y en cantidad suficiente para la actual estructura funcional.
Promueve la capacitación del personal. Promueve la adopción de tecnología adecuada a las necesidades, eficiente y segura. Satisface las necesidades de todas las partes involucradas. Realiza su actividad en el marco de normas técnico-científicas actualizadas. Promueve y se compromete en brindar las herramientas que garanticen la seguridad de todo el personal de la organización. Actuar con responsabilidad con respecto al cuidado y protección del medio ambiente.
La organización utiliza la metodología de la evaluación de riesgos de los procesos para prevenir las posibles desviaciones o no conformidades del sistema de Gestión de Calidad.
Cumpliendo con la normativa legal y reglamentaria vigente, y estableciendo un Sistema de Gestión de la Calidad que cumpla con los requisitos de la norma ISO 9001, orientado a la acción preventiva y de mejora continua.
La Dirección del Servicio Nacional De Sangre se asegura que la Política de Calidad es conocida, comprendida e implementada por todo el personal de la Organización, para lo cual se le ha dado amplia difusión dentro del ámbito de la misma y verifica su cumplimiento en la revisión por la Dirección.