Por Adriana Espósito.
La casa, la música, la decoración, y por supuesto su tentadora carta, están concebidas para hacernos sentir cómodos y relajados. Pero, sin lugar a dudas el alma, el secreto de éxito del lugar, es el encanto y magnetismo de Verónica Araújo, la anfitriona.
Fonoaudióloga de profesión (aunque prácticamente no ejerció), con una voz maravillosa y un carisma imposible de describir, Vero invita a los clientes a cantar, bailar y competir en concursos superdivertidos (al mejor y al peor cantante de la noche). Todo con una empatía y respeto, logrando que los clientes repitan y se transformen en amigos de la casa.
El cumple número 30 de Pizza Sing nos llevó a reunirnos con Verónica, para compartir recuerdos, experiencias y parte de su historia.
¿Cómo nació Pizza Sing?
En realidad, surgió accidentalmente, porque en ese momento Adolfo Sayago, el pintor era socio de Diego, en ese momento mi novio (hoy mi esposo); y descubrió un equipo de karaoke en un local de Carrasco y nos sugirió armar algo. Cuando yo veo la posibilidad de poder cantar, me encantó- Karaoke, significa orquesta vacía, y es un invento japonés.
Te permite sacar la voz de los cantantes y poner la tuya. Era mi sueño, porque yo participé de coros y siempre me gustó cantar. Así que comenzamos el proyecto, así nació Pizza Sing.
Había una persona que se encargaba de complacer las solicitudes de los temas y animarlos. Un día al poco tiempo renunció, porque era un trabajo cansador, abríamos todas las noches, cerrábamos sólo lunes, por suerte era un éxito rotundo.
Así que cuando él se va, me proponen hacer esa tarea a mí y acepté. Me encanta hablar con la gente, actuar, preguntar en las mesas que están festejando.
Recuerdo que teníamos solo un disco con 20 canciones, de las que la mayoría eran boleros. No había mucho para jugar, pero la interacción con la gente y la dinámica que se daba era increíble, disfruté mucho desde un principio hacer esto. Realmente me apasiona y creo, que nuestra vigencia se debe un poco a eso.
Y pasaron 30 años, casi una vida. A veces, yo digo Soy Verónica de Pizza Sing, porque es como parte de la familia. Como si estuviese casada con Pizza Sing.

Durante 30 años deben haber enfrentado muchos cambios, crisis….
Si, por supuesto, pero a pesar de los avatares, crisis y ahora la pandemia, le seguimos apostando a esto. Además, uno se tiene que reinventar. Me fascina cuando la gente viene y me manifiesta que pasó divino, o me dice: ¡gracias por todo!… o recuerdan que su despedida de soltero la pasó en Pizza Sing y fue inolvidable. Son vivencias de una satisfacción enorme. Entones creo que eso se nota y trasciende.
Por ejemplo, ahora estoy haciendo muchos doblajes de voz, videos y canciones personalizadas. Cuando viene una mesa a celebrar, me interiorizo de sus historias, pregunto cómo se conocieron, y de pronto la gente te cuenta de su vida, se abren. Se da algo muy lindo. Sabés que muchos de mis amigos, los conocí en Pizza Sing, como el caso de Graciela Perrone que vive en Estados Unidos, y es una de mis mejores amigas.
¿También hacés animaciones de fiestas privadas?
Si, hacemos animaciones de fiestas y karaoke en distintas partes del país, incluso hemos animado algunas fiestas en Argentina también. De acuerdo a cada celebración armamos la fiesta con música, baile, regalos, y por supuesto armamos las invitaciones con videos personalizados, que a la gente le gusta y le divierte mucho.
Tenés una voz maravillosa. ¿Nunca pensaste en dedicarte al canto?
Hubo un intento en Montevideo con Hugo Roca, un productor musical además de cantante, que me hizo un tema para mí, “Espinas Blancas” pero no se dio. Porque uno se avoca de lleno a algo, y Pizza Sing me insume mucho tiempo. Este no es un “trabajo” que comienza a las 21:00 hs. cuando subo a la cabina y listo. Es algo mucho más grande, tenés que dedicarle tiempo, cariño, imaginación. La gente se sorprende, sobre todo en verano, porque llaman a las 11 de la mañana para hacer una consulta y yo los atiendo, no lo pueden creer. De eso se trata Pizza Sing.
Cada noche hacemos concursos, bailes y también damos regalos y todo eso lleva una producción y mucha dedicación.
Aparte está la propuesta gastronómica, aunque yo tengo la fortuna desde que me casé con Diego, hace casi 30 años, nunca cociné, siempre lo hizo el. Y tiene a su cargo todo lo relacionado a la gastronomía en Pizza Sing.
Sus pizzas son increíbles y así como sus empanadas de carne cortada a cuchillo, son realmente deliciosas. Pero también tenemos en cuenta que, como la gente cliente / amigos de la casa suelen venir seguido, si ellos lo piden de antemano, podemos prepararles algo distinto: ensaladas, y algunos platos especiales, como también opciones para celíacos.
Te cuento, a veces le invado un poco su área proponiendo ideas, pero él en el tema de la animación me respeta mucho.

¿Cómo fue que de aquel local en calle Arocena en Montevideo, socios de Fito Sayago, hace 22 años, deciden instalarse en Punta del Este?
Bueno, Fito que es un gran artista plástico, nos vendió su parte. Además, allá alquilábamos. Como era tanto el éxito, solo descansábamos los lunes y la gente reservaba con anticipación para conseguir lugar, algo impensable hoy con excepción en el verano.
Hacíamos concursos de canto, por viajes con premios muy importantes (a España, Estados Unidos, y demás), y en general eran los martes, se ¡llenaba! En el local entraban 200 personas y las mesas eran numerosas. Allá lo que tenía un gran éxito era el “correo sentimental” y las parejas que habré enganchado no te ¡imaginás!
Acá es más familiar, aunque también se han enganchado parejas, de hecho, hay una cordobesa que estaba en una mesa con familiares y amigos, por otro lado, había un muchacho en otra mesa y los puse a cantar a dúo. En un momento le pregunto a él si es soltero y solo, hoy están casados y tienen hijos. Es genial.
Así que el propietario del local que alquilábamos cuando vio el éxito, nos dijo de renovar el contrato con un aumento en el alquiler, y en ese momento surgió la posibilidad de comprar en Punta.
Entonces nos decidimos y nos instalamos en el este. Recuerdo que una radio me hizo una nota y me preguntaron ¿pero vos pensás quedarte en invierno? Los inviernos no son los de Montevideo, pero esto es calidad de vida. Venir así a Punta del Este, me dio la posibilidad de que me conozca también publico extranjero: argentinos, paraguayos, brasileños, así como también he ido a estos países para animar fiestas. La posibilidad de contratar el servicio para eventos privados, se lo debo a Punta.
En Montevideo abríamos de martes a domingos, los lunes yo descansaba era impensable hacer otra cosa. Soy muy voluntariosa y no le digo que no a nada, pero hay un momento en que el cuerpo te pide descansar. Lo bueno es que aquí podemos cerrar unos días y hacer animaciones. Inclusive en baja temporada voy a fiestas a Montevideo.
¿Intentaste alguna vez dejar a alguien al frente de Pizza Sing para poder ir a un evento privado?
Sería bárbaro tener alguien de confianza, que te diga quédate tranquila que yo tomo la posta en el local. Y que a la gente le gustará. Porque hay mucha gente que tiene talento y una voz fantástica, pero estar aquí no fácil.
Me pasó con mi hermano Pablo que es sumamente creativo. Yo tenía el casamiento de una de mis mejores amigas y lo dejé reemplazándome. Al otro día me dijo: Esto es una presión muy grande, porque estás ahí y ves que la gente te está esperando a vos, están acostumbrados a tu estilo.
Hablando de tu estilo, es jocoso y a la vez respetuoso. Sos muy empática, como si pudieras ver cuando alguien está tímido y quiere soltarse, y el que esta tímido y negado a exponerse.
Bueno todos somos distintos, somos únicos. Una vez un señor de Paraguay me propuso entrenar a una persona, yo le respondí que es imposible de enseñar esto. Esas cosas no se pueden aprender. Se podría decir que necesitas la “psicología” de saber cuándo callarte y cuando insistir. Por eso cuando hago una fiesta en otro lado decidimos cerrar el local.
¿Tenés alguna historia que recuerdes especialmente, porque te emocionó mucho?
Sí, hay muchas. Aquí en Punta una de las noches inolvidables fue cuando Eduardo Pérez Guerrero un productor musical que conocía a Valeria Lynch. Un día me dice que me iba a traer un regalo. Y el regalo fue traer a Valeria. Yo no lo podía creer. Vino como cualquier cliente un rato antes de que llegara la gente. Se sentó, en una mesa, con una calidez y simpatía… fue genial. Hicimos un concurso de canto y ella se ofreció a ser jurado. Después cantó un tema. Es amorosa y se sacó fotos con todo el mundo. Fue uno de esos días inolvidables.
Yo en particular busco mucho los parecidos, y una noche entra un señor y digo: “Bueno Llego Miguel del Sel…. Y era realmente Miguel del Sel. En un principio no le gustó mucho cuando lo reconocí y pedí que lo aplaudieran. Pero volvió y se sintió muy cómodo y al irse me felicitó y me dijo: ¡sos yo versión mujer! Para mí fue un hermoso cumplido. Son noches especiales, que siempre recordaré.
Pero hay muchas historias con gente que no es famosa, que te hacen vivir cosas muy emocionantes.
Como una señora que me dijo que tenía una enfermedad terminal, que le habían diagnosticado un año de vida y que eligió celebrar su cumpleaños en Pizza Sing. Son esas cosas que a una la conmueven.
También, tengo una clienta con síndrome de Down que viene todos los años en verano a festejar su cumpleaños. Tiene una familia divina y ella es amorosa. Tiene su novio, también con síndrome de Down, que la acompaña y los ves con ese amor tan puro y desprejuiciado. Una noche él declara públicamente y le dice: te compré este anillo en la feria y se lo entrega. Ella me cuenta que está yendo a clases de canto y la verdad es que todo el mundo queda fascinado con ella. Aquí se generan esas historias.
¿Después de estos 30 años de éxito queda algún sueño por cumplir?
Me encantaría seguir con esto, y además tener un programa de radio o de tv. Me gusta mucho hacer doblajes y ahora tengo un muñeco al cual le pongo mi voz y que está teniendo mucho éxito.
He tenido la fortuna de hacer la co-conducción en un programa de TV, Casting el Desafío, pero estaba guionado. Si bien esta bueno seguir un lineamiento, me gustaría tener más espontaneidad, porque en definitiva la gente te elige por eso mismo.
Me encantaría un programa que tuviera comunicación directa con el público. Este año tuve participación en varios programas de Fm y era muy lindo recibir el llamado de la gente.
La parte virtual por internet esta genial, pero que la gente pueda hablar, cantar y contar historias, eso es lo que aún sueño hacer, un programa que tenga ese contacto, esa conexión.