-Hace cuatro años que te instalaste en Miami junto a tu esposa y las dos hijas. ¿Cuál es tu balance en función de lo que se habían planteado? ¿Valió la pena la decisión?
-Creo que sí. El balance en positivo. Siempre lo tomé desde el principio como una decisión integral. No había que separar mi trabajo de las posibilidades de la familia: lo que pudiera hacer mi mujer en su rubro que es el diseño de interiores o el estudio de las chicas. Siempre fue una movida familiar y en ese sentido, todos teníamos algunas cosas para ganar y otras para perder, pero lo importante era el balance global para todos. En ese sentido estamos súper conformes porque todos hemos crecido. Más allá de que la industria está atravesando una etapa de cambios permanentes, estoy trabajando en lo que me gusta y estoy muy conforme. María (Battaglino, su esposa) se ha podido desarrollar en su actividad y las chicas están las dos en la Universidad y les va bárbaro. Claro que también hay cosas negativas, pero al pasar raya, estamos muy bien.

-Estás en trabajando para BEIN Sports; ¿en relatos deportivos?
-Desde que llegué trabajé para Gol TV pero al mismo tiempo hacía algunas cosas para BEIN. Luego de la salida de GOL en 2019, quedé fijo en BEIN. Soy uno de los relatores de la cadena: transmito partidos de Francia, de Turquía u otras ligas que transmitimos. También estoy en programas que hacemos. Es muy variada mi tarea. Lo que encontré acá es que no tengo rutina y luego de tanto tiempo de hacer siempre lo mismo, en la actualidad todos mis días son diferentes, además de tener tiempo para hacer otras cosas y dedicarme a asuntos personales. Miami es una ciudad donde pasan muchas cosas y eso lleva a que reciba propuestas de actividades de todo tipo.
-Quedaste muy vinculado a la realidad uruguaya por lo que se ve en tus intervenciones de redes sociales. Además, sos corresponsal de Radio Universal y Teledoce en Estados Unidos…
-Sí, hoy uno puede trabajar desde cualquier país del mundo para cualquier otro. En mi caso, estoy muy empapado de lo que ocurre en Uruguay: sigo en redes sociales a muchos colegas y medios de comunicación. No estoy pendiente al 100% pero sí estoy al tanto de lo que ocurre. Además, hago una columna todos los lunes en Radio Universal de información desde los Estados Unidos. Y sobre el canal, cada vez que hay algo de interés desde acá para allá, lo cubro. Fue una decisión no perder contacto con la gente de Uruguay. Eso lo tuve claro desde el comienzo: más allá de irme, tenía claras las intenciones de mantener el vínculo. Lo último fue la cobertura de la gira de Lacalle Pou en Nueva York y antes, hicimos muchas salidas luego del colapso del edificio en Surfside. Fue una tragedia espantosa en la que además hubo uruguayos involucrados por lo que hicimos una intensa cobertura.
-¿Qué se planean a nivel de objetivos como familia?
-Somos de ir paso a paso. Por ahora estamos bien: los cuatro tenemos la residencia permanente, lo que nos da tranquilidad para un montón de cosas. No significa que cerremos la puerta a nada. Hoy estamos acá. Si nos vamos es porque hay una decisión de cambiar de nuevo. No tenemos una meta planificada de volver dentro de “X” tiempo. Todo va a depender de la evolución de las cosas en la vida de los cuatro.


-¿Has tenido oportunidades de volver?
-Sí. A finales de 2019, tuve un ofrecimiento muy importante del canal (Teledoce) que agradecí mucho, pero la decisión fue quedarme acá. En su momento, evaluamos que volver implicaba desandar un camino que estábamos trazando como familia. Esto no quita que en un futuro pueda aceptar otra posibilidad si las condiciones cambian.
-¿Desde Estados Unidos, te ha tocado algún tipo de transmisión de partidos de Uruguay?
-Sí. Apenas llegué, me llamaron para comentar el último partido de Uruguay de la Eliminatorias. Después, en esta relaté varios partidos de Uruguay. Claro que al hacerlo para un público de Estados Unidos de habla hispana, no es lo mismo que hacerlo para uruguayos. Si había un gol de rival había que gritarlo con la misma intensidad que el de Uruguay. No fue fácil, pero así es el trabajo.

-¿Qué extrañás de Uruguay?
-En líneas generales lo llevo bien. Me tocó bailar con la más fea el día que murió mi mamá, que fue en mi cumpleaños. Además, ocurrió en momentos en que estábamos con la residencia en trámite y no podíamos salir del país. Estar lejos en esos días fue lo más feo de todo. Con el apoyo de mi familia, amortiguamos todo lo que se podía el dolor. Me pasa lo que debe pasar a todos los que se han ido del país: lo que más extraño tiene que ver con lo afectivo, no poder ver a mis hermanos o a mis amigos. Por suerte estamos en un lugar adonde viene mucha gente y recibimos muchos familiares y amigos, más allá de que en el último año con la pandemia la situación fue otra.

-El COVID golpeó duramente a Estados Unidos, ¿cómo lo vivieron ustedes?
-Las tres mujeres de la casa tuvieron el virus. Yo no me contagié. Me aislé dentro de mi casa y zafé. O quizás lo tuve antes y no me enteré. En el caso de ellas, por suerte, los síntomas fueron muy leves. Hoy todos estamos vacunados. Ahora María se dará la dosis de refuerzo porque ella tiene una enfermedad crónica y en algunos casos habilitaron la dosis de refuerzo de Pfizer.
-Desde el punto de vista de la vida cotidiana, ¿se puede decir que ha vuelto a la normalidad en Estados?
-En Miami la vida es casi normal. Cada vez se ve menos personas con tapabocas. No pasa lo mismo en otras ciudades. En Nueva York me han pedido el certificado de vacunación para ir a un restaurante, por ejemplo. Pero en Miami se ha vuelto a una vida muy similar a la anterior a la pandemia.
