Su película Aballay, el hombre sin miedo, obtuvo once premios internacionales, ocho Premios Sur de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, incluyendo «Mejor Director», tres premios Cóndor de Plata de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, y fue seleccionada para representar al país en los premios Oscar como Mejor Film Extranjero.
Sus trabajos son objetos de estudio y retrospectivas en museos, universidades y festivales del mundo.
Recientemente estuvo en Punta del Este para presentar su último film, Inmortal, en el Festival Internacional de Cine y se llevó una Mención Especial por Guión Original.
¿Es la primera vez que presentás una película en el Festival Internacional de Cine de Punta del Este?
Estuve en el año 2000, con mi primera película “La Sonambula” en el Festival de Cine del Mercosur. Luego en 2012 participé con Aballay, mi western de gauchos basado en el cuento de Antonio DI Benedetto, y ahora con Inmortal.
Una de las cosas que llama la atención de Inmortal, es la temática. Algunos lo ven como fantasía o ciencia ficción, otros ven en ella física cuántica pura. ¿Cómo te surgió escribir esta historia?
Inmortal es una película del género fantástico pero que retoma un fantástico muy local, que es el de Bioy Casares, de Borges, de Cortázar, de Mario Levrero o de Oesterheld, o sea un fantástico rioplatense que tiene identidad propia y que no es un fantástico espectacular, sino que es más metafísico, que está atravesado por lo poético y por lo emotivo. Inmortal estuvo en muchos festivales antes que en Punta del Este y por ejemplo en Triestre la comparaban con La invención de Morel, una versión que se hizo en Italia en los 80. Y la motivación de la historia tiene que ver con el momento en que perdí a mi padre, que me parecía verlo en todos lados y a partir de esa idea empecé a escribir este guion con Eva Benito y luego con Pablo de Santis, que tiene que ver por sobretodo, con la idea de la desesperación que nos provoca la pérdida de las personas queridas y como ese estigma de la humanidad, que es nuestra mortalidad, nos marca y nos atraviesa de manera tan poderosa.
También hay una película de Jean Cocteau que a mí me gustó mucho, que es el Orfeo, una historia de amor entre muertos y vivos, esa película me influenció cantidad. Me gusta mucho Cocteau, en el caso de este gran creativo sus propuestas son radicalmente poéticas, en este caso la película tiene una trama que es policial, que te va conduciendo y develando a través de una investigación cuestiones que tienen que ver básicamente con eso, con el deseo de encontrarnos con las personas que amamos y que hemos perdido.

Más allá de las influencias emocionales y también del mundo del cine que te motivaron a gestar esta historia, ¿crees que existe algo más allá de la muerte?
El misterio es tan grande, la vida es una cosa tan misteriosa, la existencia, el universo, el cosmos; que creo es prácticamente imposible descreer de nada. Entonces yo creo que tengo unos pensamientos vagos al respecto de que todos somos parte de un cosmos y por lo tanto toda posibilidad, es posible. Siento que mi padre, mi madre, mi abuela, las personas que amé y que ya no están en este plano, continúan vivas -como mínimo- en mí y eso dicho así podría sonar como decir, bueno, continúan vivos en vos cuando pensás en ellas y en el recuerdo. Pero no continúan vivas realmente, yo converso con estas personas que quiero, hablo con ellas y me siento permanentemente conectado con ellas, así que esta película es muy genuina a una idea poética, de un reencuentro que en la película está atravesado por lo tecnológico, pero que es posible en muchísimos planos.
Hablando de otros planos, dicen que lo que vive en el plano de nuestros pensamientos, podemos plasmarlos en lo que vivimos como la realidad. ¿Cuál sería el sueño o deseo que desearías plasmar en tu futuro cercano?
Para las personas que hacemos cine y que somos conscientes (en mi caso por la experiencia de haber realizado muchas películas), y que nacieron como ideas y como sueños, seguir haciendo películas es básicamente un anhelo para mí, siempre algo mágico y fantástico. Porque es increíble como a partir de una idea, de una “nada” y de la convicción que va creciendo en mí al respecto del deseo de hacer algo, puedo ver como se concreta. Es sorprendente y es increíble, porque son tantos los resortes que hay que accionar para hacer una película, tantos los mundos, las personas, las circunstancias y el dinero, que es mágico lograr hacer una película, así que más magia que eso no puedo pedir y obviamente siempre pido lo mejor para las personas que amo. El amor para ellos, la realización y la felicidad.
Largometrajes de Ficción
- Inmortal (2020)
- Erdosain (2019)
- La boya (2018)
- Aballay, el hombre sin miedo (2010)
- Adiós, querida Luna (2004)
- La sonámbula, recuerdos del futuro (1998)
Largometrajes documentales
- Angelelli, la palabra viva (2006)
- Reflexiones de una vaca (junto a Javier Diment), (2003)
- Homenaje a los pioneros de Gesell (2002)
- El ángel sin techo (1989)
Televisión
- La casa (actor), (2015)
- Los siete locos y los lanzallamas (2015)
- El vigilador (2004)
- Bajamar, la costa del silencio (1998)
- Poliladron (1994)
- Zona de riesgo (1993)
- Cosecharás tu siembra (1990)
- Solo los chicos (1989)
- Ciudad de pobres corazones (1987)
- Ta pun pun (1986)
Cortometrajes
- Malvinas, 30 miradas a 30 años: Regimiento 7 regresa a casa (2012)
- Historias de Argentina en vivo: Vaquitas en París (2001)
- Balada para un Kaiser Carabela (1987)
- Instrucciones para John Howell (1985)
- Gracias, che Cortázar (1985)
- Ejercicio para cámara en movimiento (1984) Testigos en cadena