¿Cómo vives tu presente?
Es un torbellino y una locura de la buena, de esa que te hace bien. Estoy sorprendida con la repercusión que tienen los videos y el amor que permanentemente me demuestran las personas. La verdad es que no caigo, porque todo lo que llegó a mí vida después de publicar mis videos fue felicidad.
Trato de crear contenidos de manera espontánea y no me identifico con nadie porque nadie está tan loca como yo (se ríe). Soy leonina y egocéntrica.
¿Le cuesta más a la mujer hacer humor?
A las mujeres siempre nos cuesta un poco más aunque por suerte estamos cambiando como sociedad. Hacer humor para mí es maravilloso, adoro lograr que las personas se distiendan por un ratito pero humildemente pienso que el uruguayo es muy tímido y le cuesta soltarse, entregarse y disfrutar de la risa.
¿Cómo combinas la popularidad con tu vida diaria?
Yo me siento bendecida y aparte de mi faceta en Instagram y Tik Tok, amo dormir, cocinar para mi familia -aunque de vez en cuando no tanto- y me gusta invitar a mis amigas a tomar el té.
Hace poco tuviste un pasaje por Masterchef Uruguay. ¿Qué te dejó esa experiencia?
Lo defino como una mezcla de felicidad y tristeza. Estoy muy agradecida por haber sido convocada y celebro que hayan cambiado las reglas en la última edición para que los participantes tengan más posibilidades de revancha.
Me encantaría trabajar en televisión porque la exposición ayuda muchísimo en mí trabajo como actriz pero en Uruguay es muy difícil que te den un espacio en radio y televisión o en los medios en general. Siempre está fulano de tal, que es conocido de mengano, menganito de tal que es hijo de fulano, pero yo -Selva Pérez- no sabes lo que la he remado para recién ahora tener la posibilidad de ingresar en el medio.
No quiere decir que quiera estar todo el tiempo, pero a los actores nos interesa que nos inviten para difundir lo que hacemos y que la gente nos venga a ver el teatro. A veces prendo la televisión y me pregunto cómo puede ser que esté tal persona y no llamen a tal otra, porque hay gente que de verdad tiene talento y no le dan cabida. Además, de repente hay personas que están en televisión y después te las cruzas en la calle y son antipáticas. Por eso yo trato de ser siempre igual, la gente está cansada y quiere ver gente como uno.
Tu marido también se volvió famoso en tus videos…¿su aparición fue planeada?
Mi marido, «el famoso bicho», comenzó a aparecer en los videos sin que me lo propusiera. Un día él estaba en la piscina, comencé a filmarlo y a alabarlo con diferentes frases, pero nunca pensé que ese video se iba a volver viral, porque ya lo han visto 3 millones de personas en Tik Tok.
Después de ese video siguieron otros y la gente me pide todo el tiempo que lo muestre pero también me gusta respetarlo. Mi marido es perfil bajo. Es «jodón» dentro de su entorno y con sus amigos, pero en el resto de la cosas no le gusta aparecer y yo soy todo lo contrario.
¿Y él cómo se siente con toda la repercusión que estás teniendo?
No encara nada, muere de vergüenza y queda hecho una piedra. Como ya dije, es todo lo contrario a mí y en los videos se queda duro, no es que esté actuando sino que realmente le da pánico escénico. Para que se hagan una idea, cuando íbamos a las reuniones de padres yo me sentaba adelante y él bien en el fondo.
Mi marido y mis hijos están cortados los tres con la misma tijera, los tres son perfil bajo, pero son amorosos y les encanta todo esto que me está pasando. Lo disfrutan por mí, pero mis hijos me piden por favor que no los involucre y yo los respeto…pero al «bicho», lo grabo igual (se ríe).
Realmente tengo tres hombres que son maravillosos, son buena gente, compañeros, trabajadores, estudiosos y no pudo estar más orgullosa de ellos.
La pandemia fue un momento complicado para los artistas ¿Cómo la sobrellevaste?
Sinceramente la gente conmigo es maravillosa y siempre me dicen gracias por alegrarnos en medio de la pandemia, muchos me escriben y me ponen que los salvé en ese momento tan duro, pero la realidad es que para mí también fue una salvación, fue recíproco, yo también me quede sin trabajo y encerrada en mi casa. Por eso siempre digo que creo que recibo más de lo que doy. Yo hago un video al que no le pongo producción, filmo la cotidianidad y recibo tanto amor y tanto agradecimiento que tengo el pecho hinchado y no lo puedo creer.
¿Cómo te gusta mostrarte?
Soy un «cachivache», cero producción de nada y así ando por la vida, a no ser que tenga algún evento. A veces me río cuando la gente me viene a saludar, me miro y pienso en lo que tengo puesto y me quiero morir. Pero bueno….aunque la mona se vista de seda, mona queda.
¿Estás con proyectos a nivel teatral?
Ahora estoy involucrada en dos comedias maravillosas. Una que la venimos realizando desde hace cuatro años que se llama «Servicio XL». Se ambienta en un prostíbulo-burdel donde las empleadas y la dueña del lugar se caracterizan por ser mujeres de alto peso. Durante el día irán llegando a este negocio distintos personajes en busca de nuevas oportunidades y experiencias, generando una historia de confusiones y enredos. Va los sábados, a las 23:00 horas, en el Teatro La Candela.
Luego estoy con una comedia en donde tengo mas presencia escénica y que está en cartelera los domingos, a las 21:00 horas, también en el Teatro La Candela. La obra está centrada en la vida de Ernesto que no es normal. Lleva (casi) 20 años de feliz matrimonio. Que no es lo mismo que llevar 20 años de matrimonio (casi) feliz. Su esposa es cleptómana, su hija bipolar, su mucama desobediente… Y esas son las cosas buenas, porque todo se complica aún más cuando recibe a un inesperado visitante que pretende integrarse a su disfuncional familia. «Que la muerte nos separe» es una comedia disparatada sobre la vida en pareja, los prejuicios, la diversidad sexual y sobre todo que cuestiona la existencia del amor eterno.
¿Es difícil ser artista en Uruguay?
Como todo artista nacional la vengo remando y remando. Estoy bastante indignada pero no quiero ser grosera porque tengo mucho respeto y cariño por nuestros vecinos argentinos. Soy artista de Uruguay y más que nunca los artistas nacionales la estamos peleando con obras que llegan desde la vecina orilla a realizar varias funciones. Obvio que tienen cosas divinas y me encanta, los admiro y respeto pero también estoy a favor de lo que se hace acá. Lo siento como algo injusto y muchas veces me enojo con los uruguayos porque son los que pagan fortunas para ver una obra argentina y a nosotros nos piden 2X1; hay que reflexionar y entender que en Uruguay también hay excelentes producciones.
Quiero que se entienda que no le estoy faltando el respeto a nadie sino que como uruguaya defiendo lo nuestro, tengo muchos amigos y seguidores argentinos a los que amo. No quiero causarles una mala impresión.
Mientras tanto, yo sigo a la espera de un contrato millonario porque sueño que algún día se pueda vivir del arte en Uruguay.