Comenzó un nuevo año, y 2022 fue un año muy activo para vos laboralmente, con trabajo en cine, teatro, (con “Un judío común” que continúa con muchísimo éxito) ¿Cómo viviste este último año y que expectativa tenés para 2023 desde lo laboral y lo profesional?
Sí que lo que cuenta, porque el declive depresivo de la vejez o la pre vejez te deja detonado porque no hay laburo, me levanto para no hacer nada. Y ya sólo para desear y seducir, ya no.
Siempre fuiste un gran seductor, no sé si te proponías seducir, pero todas las mujeres enloquecían un poco con vos, tanto con el hombre, como con los roles, los personajes que interpretaste a lo largo de tu vida. ¿Fuiste muy asediado por las mujeres?
Muy “personajeado”. Hacer muchos personajes antitéticos, siempre muy controversiales, siempre echando un cierto hálito de luz, en algún aspecto del vínculo interactivo entre los seres humanos. Así lo digo por encontrarle un poco el sentido a la cosa.
Puede jugar, tomarlo como un laburo, pero me parece que la necesidad psicológica profunda de jugar es insoslayable para la patología de un actor. Por eso se vuelve tan bueno, más contrastante, por eso, decía antitético, ¿no? No podés jugar de adulto, que vas a jugar de viejo, menos que menos.

¿Hay que tener una personalidad especial para ser actor?
Yo me hice actor, porque pensé que podría laburar hasta los 100 años como Max Berliner.
Bueno, es posible, venís trabajando muy bien. Contanos como fue que de la abogacía decidiste ser actor. ¿Desde cuándo te atrajo la actuación?
Conocía – sin saberlo – de la actuación, porque iba mucho el cine, (mucho, mucho). Viernes sábados y domingos. Tres veces por semana, los sábados tres funciones. Así que veía mínimo doce películas por mes, más de ciento cuarenta y cuatro por año. Fui de los cinco hasta los quince años, siempre. Vi mil quinientas películas, del cine norteamericano de post guerra. Pero nunca había ido al teatro, no había reparado tampoco.
De repente me aconsejaron y coincidió también con un bache importante de la vida que yo llevaba y apareció ahí, se produjo un gran vacío.
Porque viví una dictadura y se acabó la militancia política. La dictadura jodida, la brava, la asesina, la del setenta y seis.
Y, además me volví viejo deportivamente, a los treinta años, porque tuve que operarme los meniscos. Ahora se estiró un poco más la “vida deportiva” porque la traumatología ha progresado y las lesiones son menores. Lo mismo si mirás como terminó caminando Maradona (que era un súper atleta) los últimos tiempos, ves las consecuencias del abuso de la alta competencia.
Yo además de ser abogado era deportista: jugaba al rugby y boxeaba, hacía mucho deporte y ahí eso también se frenó.
Como actor has interpretado cientos de personajes muy diversos. ¿Qué es lo que te llama, o te seduce para elegir encarnar determinado personaje, participar en una película, u obra de teatro?
El director.
¿Cómo sería un buen director, uno que te provoque ganas de trabajar con él?
Alguien seguro, alguien democrático, con sentido de apertura, sin paranoias. Porque si él tiene su puerto seguro, su faro, es una gran contención para el actor. Porque el director tiene un rol parental, similar al del padre biológico, que es un voto a ciegas que hace un chico por un adulto. Así que, en ese caso, lo lleva mucho esa necesidad psicológica profunda de la actuación, para la mirada del padre y la madre también.
El mundo está cambiando vertiginosamente y el mundo audiovisual parece dividirse en un “antes y después” de las plataformas como Netflix, Amazon y demás. Muchos actores y cineastas las condenan y afirman que están matando el cine y otros las ven como una gran pantalla internacional para mostrar los trabajos de países más chicos.

¿Cuál sería tu parecer acerca del tema de las plataformas?
No tengo mucha capacidad para opinar sobre ese tema, porque no tengo muchos elementos para para jugar profundamente. Si lo miramos del punto de vista de la justicia de la situación de una expresión artística legítima, y una posibilidad anula a la otra y es excluyente, es execrable la plataforma.
Si lo tomamos como una mirada ideológica que responde a una súper estructura propia del neo liberalismo. ¿y, qué te puedo decir?
Mirá lo que es la democracia argentina, mirá lo que es la Corte Suprema de la democracia. Para que te voy a hablar de arte o de lo que es un país colonial. Porque me estás preguntando a mí, que soy un actor que trabaja en un país colonizado. Una colonia con veleidades imperiales, esa es una gran diferencia.
Justamente yendo a la situación de Argentina. Pareciera que es como el Ave Fénix, ha tenido grandes crisis, (de las que ha resurgido), y cuando parece que se estabiliza, vuelve a enfrentar otra crisis más profunda. ¿Cómo ves la situación de Argentina hoy?
Habría que ver cuál es la levantada de vuelo, cuando, en qué momento. Si cuando aparece el progresismo político, la apertura de derechos, la inclusión de derechos, la extensión de derechos, o cuando se cierra el ser humano, se reconcentra y tiene un proceso “nazi-fascista”, por decirlo de alguna manera.
Pero la realidad es que hay una crisis económica, una crisis socioeconómica, una humillación en la honra Nacional. Elementos para poder poner en disputa esa afrenta a la honra nacional. Todos elementos que algunos tenemos en común y otros no.
El equivalente sería la toma de Malvinas, por Galtieri. Pero bueno la globalización y la financiarización de este proyecto tan extraño para la economía, en que uno junta guita para invertirla en guita, no en nada productivo.
Por eso dije la palabra precisa que es financiarización, no financiación. Es un modelo económico en el cual los ahorros propenden a convertirse más en el líquido, manejando el cash de activos financieros.
Muchos grupos de poder están insistiendo en eliminar el dinero físico y transformarlo en virtual. ¿Qué opinas de eso? Si llegara a caerse internet, por ejemplo, no nos quedaríamos todos en “Pampa y la vía”
Eso puede pasar ya, con todo, en cualquier momento se pudre todo. No avisó la economía cuando se iba a producir el martes 30 octubre de 1929. el “crac del 29”, o martes negro.

Al menos desde afuera vemos una Argentina muy dividida. Y el juicio a la vicepresidente parece haber profundizado más la grieta entre oposición y oficialismo, y también grietas dentro del partido de gobierno.
Ese es un juicio incluido en la categoría de los “lawfare” (uso de la Ley para subordinar a alguien), una práctica que emerge junto con el neo-liberalismo y que es el apuntalamiento mediático judicial. Es un movimiento social, una expresión política, la cooptación del Poder Judicial. Yo soy abogado y fui funcionario judicial.
El juez no puede salir con putas y tomar cocaína, sino que se haga actor o fotógrafo; pero yo ni nadie quiere que lo juzgue alguien que no esté lúcido.
No pueden jugar al fútbol el presidente con el juez o con el fiscal que tiene la causa en la que está imputado el opositor, el que está jugando al fútbol conmigo. ¿Cómo se supone que le voy a tratar?
¿Ves en este momento una posibilidad de mejora o de salida para la región?
Sí. Chile está con un gobierno progresista, Colombia con Petro también. Primera vez en la historia. Lo de Chile es auspicioso, lo de Bolivia es auspicioso. Lo que es seguro, es que así el mundo con la propuesta neo liberal no va. No es justo cómo está viviendo la gente.
¿Existe para vos alguna posibilidad de que surja algún “puente” en la grieta de Argentina?
El tema es la redistribución del ingreso de que empezamos hasta ahora. Porque la “tarasca” es la que manda. Porque las cuentas no dan. Argentina es un país de 45 millones de habitantes, con alimentos para 400 millones de personas, o sea, decuplica su aptitud demográfica y hay 50% de hambre, entonces no da, hay alguien que se está quedando con un vuelto, importante, grande. Que se quedó durante los 200 años hubo afano, desde antes de empezar la patria.
Desde que Rivadavia (primer presidente) pidió el crédito a la Baring Brothers, que nunca se devolvió, y que lo terminó devolviendo. Esa fue la primera deuda que se enganchó con otra y otra y así sucesivamente. Una cosa espantosa de yugo. Y lo último, lo que hizo el presidente Macri, que sin la intervención del Congreso Nacional, como manda la Constitución, contrajera deuda con el FMI nuevamente, deuda que la había cancelado el Gobierno de Néstor Kirchner, y fueron los únicos momentos de desendeudamiento que hubo, durante el Gobierno de Perón en el 50 y pico y en el de Kirchner.
Viniéndonos un poco a la otra orilla, pasas mucho tiempo de este lado. Qué es lo que más te gusta de Uruguay, que es lo que disfrutas cuando venís a tu casa.
La cosa de todos los días, la gente. Aquí sos exiliado, aunque suene exagerado, como argentino, yo que he vivido acá en invierno y se siente como si estuvieras en Noruega.
Por qué no te encontrás con un ex alumno o un ex compañero de la facultad, del colegio. Hay un lenguaje, y hay esta cuestión proverbial del desamor o el amor no correspondido del enamoramiento de los porteños por los uruguayos que no le dan bola.
O sea, nos gustan cosas de los uruguayos. Cuando me preguntan por qué vengo a Uruguay, no vengo por la geografía, me gusta una cuestión idiosincrática.
¿Qué es lo que más disfrutas de acá cuando estás acá?
La tranquilidad, a pesar de todo, y a pesar de que me afanaron. Mucha más tranquilidad, pero también menos estrés.

¿Cuánto hace que estás acá en Uruguay con una casa, hace casi 30 años?
Más de 30, era una chacra, la tuve toda una vida, la transformé, la puse “pipí cucú”, y la vendí.
Mirá lo que me viene a pasar. Le digo al que me compró, (un mega millonario alemán), si me daba un año para que yo me quede en la casa que estoy habitando, que no era la casa principal, porque esa chacra tenía más de una casa, así tenía un año de tiempo para ir buscando algo.
Cuando vamos a escriturar, el mismo día, él vuelve a la chacra y pasa a verme y me dice: “Hemos hablado con Ürsula, mi mujer y decidimos que se puede quedar en la casa de por vida.” Así que hace siete años que vendí, y es un placer porque puedo estar allí.
Volviendo un poco del tema de trabajo, ¿tenes algún proyecto, para este año?
Voy a hacer por novena temporada consecutiva “Un judío común y corriente”, que tengo muchas dudas de que vaya a abandonarlo, y si lo hiciera es porque no puedo continuar.
Es un tema común a todos los seres humanos y especialmente a los actores, por esto que hablamos, de jugar hasta “que agarre la Panamericana”. Por eso me hice actor.
Pienso hacer esta obra que para mí es una misa, lo disfruto, porque es un ejercicio intelectual y tiene una mirada sobre las cuestiones fundamentales del ser humano. Tiene una cuestión filosófica, religiosa, metafísica. Los temas fundamentales: la finitud, la vida después de la muerte, la existencia de Dios, las iglesias, los monoteísmos.
Este mundo de mierda en que nos sumergió el neo liberalismo de la mano del liberalismo, de la mano del capitalismo, de la mano de las iglesias.
Si no, mirá lo que es el judaísmo, el catolicismo y el islamismo. Cinco mil millones de personas, odios, esclavitudes…

Cuando buscas Gerardo Romano y aparece tu biografía, dice que sos ateo. ¿Crees que no existe nada más allá?
Te lo voy a poner bien fácil, soy ateo deseante. Si Dios es Dios, la deidad tiene omnipotencia (todo lo puede), omnipresencia (está en todas partes), omnisciencia (sabe todo). Es Dios y puede hacer lo que quiera.
Entonces, si puede hacer esto, no entiendo la digitación del destino humano de la mano de Dios y que el mundo sea como es.
Es muy difícil la explicación. Más bien he visto que el hombre se enfrenta a la rigidez cadavérica, a la cuestión de la muerte, genera el capital como manera de seguir vivo (a pesar de que indefectiblemente va a morir), a través de la herencia y por eso la propiedad privada. Y bueno, estamos donde estamos.
Yo no veo que tienda a solucionarse. Viste que las derechas se encuentran con su peor parte: la violencia, la obturación de la democracia, porque la democracia no es solamente un método estadístico para recontar votos y elegir el candidato, sino que es un gobierno del y para el pueblo, y fraternal, y nunca se lo tiene en cuenta en las derechas.
Cómo confraternizamos esto de los 350 millones que no morfan. Porque hay un tema: dicen poné el dólar soja. Entonces los productores deciden no vender, te dejamos sin guita, te secamos la caja, nos defenestramos en la democracia, y en la institucionalidad.
¿Quién manda el presidente o la cerealera? La cerealera, obviamente. Si al presidente le dice de todo: la prensa hegemónica, los medios, el Poder Judicial, y no te cuento el poder militar, los gendarmes y el poder policial, porque la derecha con el poder es una expresión de la violencia estatal.
O sea que ¿pensás realmente que con un gobierno de izquierda no habría violencia?
No tenemos la garantía porque ha habido sistemas colectivistas de producción y han sido un fracaso, un fracaso estrepitoso como fue el estalinismo. Pero la historia no es un tren que va en línea recta y nos dirige al éxito, sino que hay curva, contra curva, momento para atrás; si no descarrilas por ahí, se complica.
¿Le tenes miedo a la muerte?
No. Me angustia más morir en este momento, por ejemplo, de retroceso democrático, histórico. Porque nada bueno, pues partir de que el eje del capitalismo es la codicia, entonces de una actitud codiciosa que exacerba la codicia natural. Porque si ves a cualquier cachorro de cualquier raza. Animal, todos se matan a codazos para chupar, y agarrar la teta, casi con desesperación. Así que no sé. Viste que los grandes hombres han dicho que el “hombre es el lobo del hombre”.
Bueno, mientras que en la naturaleza los animales suelen matar para sobrevivir y comer, el ser humano creo que es el único ser vivo que lastima, tortura o mata a un congénere, por maldad o por placer.
He escuchado que la actuación tiene mucho de “terapéutico”, más allá de que para el actor profesional es su trabajo.
Si, es terapéutico en el sentido de que es una droga que te dan, que, si no la tomases, te sentirás mal. Un actor, no vive bien sin actuar, necesita psicológicamente hacerlo, tiene una necesidad profunda de exhibicionismo que tiene que ser satisfecha. Y si no, están hasta las pelotas, los primos y los amigos la noche de año nuevo que tienen que escuchar un monólogo, de un plomazo, porque no consigue laburo en un escenario. Y en definitiva es buscar esa mirada del padre de la que hablamos hoy, puesta en cualquiera, en cualquier “delegado” de tu padre.
Cualquier mirada monitoria, es representativa de tu padre.

¿Y la música? ¿Qué lugar ocupa en tu vida? Porque sabemos que cantás, tocas guitarra, piano y hasta grabaste algunos temas (como el de la Bersuit, junto a Pergolini).
Si toco esto poco, el piano y la guitarra. Y a la edad que tengo, zafé, con la música zafé. Porque cantar todos los días es …
Pero si llegas a tener la suerte de coger bien rico, seguido y además cantar; ya está, se potencia una cosa con la otra.
Hay un esfuerzo que hizo la generación nuestra y la que nos subsigue que están cosechando los jóvenes, que hoy tienen una mirada más abierta y natural de las cosas, y de la vida.
Se cree en general que el ambiente artístico no es fácil de llevar. Que afecta mucho la vida de los actores. ¿Te ha resultado difícil, a vos pertenecer a este ambiente, o te has sentido invadido?
No, porque la verdad es que nunca me sentí adscripto al ambiente artístico, no sé quién lo representa. He tenido relaciones intelectuales y afectivas con actores y actrices con las que he trabajado, generalmente gente con cierto rigor en la búsqueda de conocimiento, o con una cierta fuerza intelectual. Pero después, como cualquier persona.
Sí un poco distorsionado en ese momento, del agobio sexual o erótico. Yo no estaba preparado, ni estaba en la búsqueda consciente de eso. Pero no me hice ningún problema, lo disfruté, lo gocé sin culpa, porque afortunadamente, no creo en nada.
Sabemos que el mundo está muy convulsionado. Si te pidiera que manifiestes un deseo para el mundo, pensando globalmente ¿qué querrías para el mundo?
Paz. ¿Por qué la paz es la resultante de un estado de justicia social armónico, y la justicia es la virtud de dar a cada uno lo que le corresponde, según qué? Según su derecho, según su necesidad. O que se muera de hambre y se joda y los excluimos.

Ficha técnica:
Su trayectoria artística es tan vasta como versátil. Famoso por abordar personajes profundos, polémicos, Romano ha sido galardonado en varias ocasiones por su trabajo.
En 2020 recibió el Premio Platino a la mejor interpretación masculina en miniserie o teleserie, El Marginal por su amado – odiado personaje de Antín.
Entre otros proyectos, participó en 1992 de las grabaciones del disco “Y Punto” de la banda argentina de rock Bersuit Vergarabat, junto a Mario Pergolini, en la canción «Homenaje a los locos del Borda».
Son recordadas sus actuaciones como el Che Guevara en el ciclo Sin Condena (1995) que se emitía por Canal 9 y Drácula en Historias de terror (2004).