Llegaste a Punta del Este para presentar una película documental que ha tenido muy buena, recepción en la gente. ¿Cómo fue la vivencia de participar en este proyecto?
Cuando presentaba la película comencé diciendo que siempre busco excusas para venir a Uruguay, porque me encanta, porque la paso bien, porque me gusta el lugar y siempre los proyectos con los que vine, fueron bellísimos. Por ejemplo, algunos que recuerdo mucho, “Paisito”, que llegué para filmar una película argentino – española – uruguaya. Luego “Rambleras”, después vine a tocar, varias veces (aunque menos de las que me gustaría); pero espero empezar a venir más seguido.
Y cuando me llega a este proyecto, que fue a comienzos del año pasado, inmediatamente fue como “me tiro de cabeza con los ojos cerrados”.
O sea, me llaman para decirme: “estamos preparando un documental sobre lobos marinos, faros y pescadores para rodar en Uruguay”. Sí, y hacía rato yo estaba empezando a trabajar, empezando a enfocar, en querer hacer documentales que tuvieran que ver con naturaleza.
Entonces me llega esto, y digo: “Lo pedí al cielo y llegó”.
Durante la conferencia de prensa comentaste que el guion se fue armando sobre el momento. ¿Como fue eso?
Sí, el guion se iba armando a medida que íbamos entrando como en la etapa final, previa al rodaje. Y fue como un sueño hacerlo, por venir a Uruguay para pasarme 10 días, fin de temporada, con las playas casi desiertas – que es lo que amo en cualquier parte del mundo: estar en una playa desierta-. Y me gustó mucho también como el lugar que yo busqué como presentador, como voz de este documental. Que fuera un lugar absolutamente neutral.

De hecho, tuve que hacer un ejercicio muy profundo cuando conversaba con las personas que son los protagonistas de esta historia, son reales. Yo simplemente soy una especie de receptor de las historias en donde me cuentan la problemática entre los pescadores, los lobos marinos y cada uno con su mirada. Y yo lo que busqué, realmente, es no asentir, no oponerme a cualquiera de sus palabras; sino simplemente escuchar. No juzgar una mirada u otra, escuchar.
En ningún momento dejás entrever tu posición frente a esta temática?
Creo. De todos modos, a lo largo del documental, pero fundamentalmente sobre el final, queda clara cuál es mi postura con respecto a esta problemática que es, que los pescadores matan y están peleadísimo con los lobos marinos, porque dicen que los marinos les quitan su comida y su fuente de trabajo. Como una batalla, cuando en realidad tal vez la discusión de fondo, es la gran pesca que hay a mansalva, que se pesca y se levanta todo.
Entonces ¿el documental se fue “construyendo” sobre la marcha, fue fluyendo?
Creo que siempre uno tiene una idea madre de lo que busca en un documental, pero el documental se va construyendo a medida que uno va registrando, en las imágenes, a partir de los testimonios.
Entonces fue un placer para mí hacerlo, con un broche maravilloso, que es la posibilidad de haber buceado con lobos marinos en la Isla de Lobos. Un verdadero sueño.

¿No habías buceado anteriormente?
Sí, yo había hecho buceo, pero nunca había buceado con tanque, es la primera vez en mi vida. Lo había hecho con snorkel en Puerto Madryn, Argentina, con lobos marinos.
O sea que para mí el proyecto fue maravilloso y lo sigue siendo.
Poder presentarla y tener la posibilidad de que la película empiece a girar por los distintos festivales que tengan que ver, que toquen estas temáticas.
También fue una llave que abrió una puerta para todos esos proyectos que yo venía teniendo, empezar ya a concretarlos, porque paralelamente trabajando en varios proyectos simultáneamente, que tienen que ver con medio ambiente, con animales, etcétera.
Sos un actor muy dúctil, además músico, y eso ya habla de por sí, de una sensibilidad especial. A esto le sumamos tu preocupación por el tema del ambiente y la naturaleza. ¿Te considerás un ser espiritual?
Si, creo que es escindirse de esa parte como especie. Somos un conjunto de vidas, un mundo espiritual en un mundo terrenal, un corpóreo. Una serie de cosas que me parece que es muy difícil escindirse:
Creo que cuanto más unidos estemos en toda esa mirada, más, nos vamos a conocer, más presentes vamos a estar en lo que estamos haciendo.
Entonces para mí no hay otra forma, digamos, nunca la hubo. Sí, con los años – tal vez -se fue profundizando más, buscando nuevos caminos y demás, pero creo que cuanto más conocemos a la naturaleza, más nos conocemos nosotros.
Hace unos años, hice un curso de Agricultura biodinámica, que es una agricultura maravillosa, que viene de Rudolf Steiner, que bajó como gran sabio una serie de informaciones sobre cómo trabajar, como labrar la tierra, como sembrar, cómo cosechar a partir de las constelaciones. Lo hice no sólo porque me interesa muchísimo saber, tener esa herramienta que me parece que es la más esencial del ser humano (cómo crear tu alimento para no depender de otros, que te den un elemento tal vez envenenado), sino para conocerme a mí. Creo que conocer la tierra es conocerte más vos, estar en contacto con la naturaleza, me hace conocerme más a mí. No hay otra explicación posible.

A mí, estar acá contemplando un atardecer, me llena infinitamente más que cualquier otra cosa en la vida.
Vengo ahora de diez días de un viaje que hice con parte de mi familia, donde a lo largo de esos días, vi diez atardeceres y para mí eso es ser millonario, tener la posibilidad de estar en frente de eso.
Respecto a tu vida profesional, ¿tenés algún proyecto para este año que quieras compartir con nuestros lectores?
¡Un montón, afortunadamente! Pero porque soy muy inquieto, y por qué quiero hacer muchas cosas simultáneamente.
Musicalmente, nunca he parado de hacer cosas. Ahora está saliendo un disco de un concierto que grabé el año pasado en el CCK de Argentina. Armé un proyecto de tres músicos (uno de Jujuy, uno de Mendoza y yo) hicimos un concierto conjunto que íbamos atravesando canciones de uno, de otro. Ahora están saliendo unos singles, y después saldrá el disco completo. Estoy trabajando en otro disco mío de canciones nuevas, que va a salir también este año.
Viajé a España y a Suiza, por una reunión (en Suiza) para un documental sobre elefantes en el que estoy trabajando. Entonces, aprovecho y hago dos conciertos en Madrid con un músico español que admiro mucho.
Y, después hay varias películas que se estrenan a lo largo del año. Una, “Apaixonada”, una película que filmé en Brasil y se estrenará en junio. Otra, que se llama “Unicornio”, que es una película de Natural el Arpajou, y se acaba de estrenar “El hombre inconcluso”.
Por otra parte, un programa para Canal A, titulado “Fantasmas de la política” que se estrenará en marzo. Y después de este viaje a Europa, me vengo a Colonia porque empiezo a hacer un programa para Uruguay sobre Turismo y Cultura.
Vamos a hacer los primeros cuatro capítulos en Colonia, después será en otros departamentos, entonces vamos a estar viajando por todo el país.

¿Te vendrías a vivir a Uruguay?
Sí, sí, me encantaría, irme un rato de la Argentina, pero me gustaría irme a donde sea, con un algo por hacer, digamos, no irme a ver qué.
Una de los lugares es Brasil, porque están surgiendo muchas posibilidades de trabajo allá, pero también Uruguay, me encantaría venir con un proyecto, ya sea grabar una serie cuatro o cinco meses y venir ese tiempo acá y hacer una experiencia.
Como persona que está muy comprometido con todo lo que tiene que ver con la naturaleza, y más aún con la conexión del ser humano con la naturaleza. ¿Qué mensaje te gustaría dejarle a nuestros lectores?
Hablando del mar, es tan angustiante y triste ver el estado en el que quedan las playas después del paso del ser humano y en general las consecuencias del paso del ser humano por cualquier lado.
Si uno mira todas las especies animales, incluido el humano, no ves un bosque que quede lleno de basura porque pasaron siervos. Ni veo una selva llena de basura y plástico porque pasó una manada de algún animal. Pero veo las playas devastadas después del paso del ser humano, las colillas, los plásticos…
Entonces ser conscientes de eso, de que todo acto que uno hace en la vida, tiene efecto en algún otro lado, todo acto. Lo que vos estás haciendo ahora, esta tapita que yo tiro acá por más pequeña que sea el plástico, muy probablemente incida de manera negativa en vida, que está allá adentro (señala al mar).
Entonces, ser un poco más conscientes de eso. Es como cuando vas por la calle y ver que se baja la ventanilla de un auto y tiran una lata. O sea, vos tirás esa lata en el medio de tu casa. ¿Cagas en el living de tu casa? No. ¡Ese es tu jardín, todo esto es tu jardín, todo esto es tu living, bueno cuidalo, eso!

Ficha técnica:
Nacido en Buenos Aires. Ha editado como músico 10 discos y producido otros tres con artistas de todo el mundo, el proyecto benéfico “Canciones de cuna” para “Casa de la cultura de la calle” con Luis Alberto Spinetta, Ricardo Mollo, Fito Páez, Hugo Fattoruso, Damien Rice, Wayne Hussey, Moreno Veloso, Skay, Bill Fay, Julieta Venegas, Litto Nebbia, Pedro Aznar, Lisandro Aristimuño, Julieta Venegas, Bill Fay, Jonathan Richman, Salvador Sobral y muchos más.
Después de años en la música como baterista de diversos grupos (Las 4 estaciones, La terminal, 4ºespacio y Horizonte) Nicolás edita su primer disco solista llamado ̈Comienzo” en 2016, luego “Interior” en marzo de 2019 y ahora los varios volúmenes de “de otros” (el primer volumen se editó en 2019, el segundo en agosto de 2021 y en agosto de 2022 saldrá el tercero).
Debutó en cine con “Buenos Aires viceversa” (1996), un film del reconocido director Alejandro Agresti, aunque como actor se inició en TV con la serie “90 60 90 modelos” (1996) y la serie “5 amigos” (1997-2003). Luego siguieron en la pequeña pantalla Gasoleros (1998), El hacker (2001), Resistiré (2003), Sangre fría (2004), Soy tu fan (2006) y Casi ángeles (2008).