Las elecciones serán el 2 de octubre y el ex mandatario competirá con el actual presidente, Jair Bolsonaro.
En su primer discurso Luis Ignacio Lula Da Silva, que gobernó de 2003 a 2010 ese país, se mostró dispuesto a trabajar no solo por la victoria sino por la reconstrucción y transformación de Brasil, que será mucho más difícil que ganar la elección, según afirmó.
El acto, al que concurrieron miles de personas, sin mencionarlo, pero firme en sus conceptos, Lula afirmó que quiere volver para que nadie nunca más ose desafiar la democracia y para que el fascismo vuelva a las cañerías de la historia de las que nunca debería haber salido.
El candidato, que había sido impedido de volver a la política por haber sido encarcelado por actos de corrupción, que luego fueron desestimados, dijo que su mayor promesa es el legado de sus gobiernos anterior.
«Hicimos mucho, pero soy consciente de que todavía es necesario y posible hacer mucho más» concluyó.