Un nuevo estudio realizado en Suiza puede agregar otro factor de riesgo potencial a la lista: los celulares.
Después de analizar las muestras de semen de más de 2.800 hombres jóvenes, investigadores suizos encontraron una asociación entre una mayor frecuencia de uso de teléfonos móviles y una menor concentración de esperma en un estudio publicado la última semana de octubre de 2023 en la revista Fertility and Sterility.
No encontraron diferencias en la movilidad o morfología de los espermatozoides entre los diferentes tipos de usuarios de teléfonos. Tampoco encontraron evidencia alguna que indicara que guardar el teléfono en el bolsillo, en lugar de en un morral, por ejemplo, desempeñe un papel en la concentración de esperma.
Los investigadores realizaron el estudio entre 2005 y 2018. Descubrieron que la asociación entre el uso elevado del teléfono y el bajo recuento de espermatozoides fue mayor en los primeros años del estudio que en los últimos.
«Este patrón está en línea con la transición a nuevas tecnologías, principalmente de 2G a 3G y 4G, y la correspondiente disminución en la potencia de salida del teléfono», escribieron los investigadores.
El estudio agrega los teléfonos móviles a una larga lista de factores que otros investigadores han descubierto que podrían afectar la fertilidad: el tabaquismo, la obesidad, el alcohol, el estrés psicológico y los llamados químicos «alteradores endocrinos» que se encuentran en pesticidas y envoltorios de plástico en los que se empacan los vegetales que compramos en la tienda.
La investigación proporciona algunas pruebas de la creciente preocupación de las últimas décadas de que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (EMF-RF) que emiten los celulares tienen un impacto negativo en la salud reproductiva humana.
Hasta ahora, los estudios que investigan esta posible asociación solo se han podido realizar en ratones o espermatozoides in vitro. Este estudio es el primero realizado en el «mundo real».
«El estudio no es perfecto y sus autores lo reconocen, pero es un estudio en el mundo real, y eso es bueno en mi opinión», sostuvo en un comunicado el profesor en Andrología Allan Pacey, quien no estuvo involucrado en la investigación.