Una película sueca con dirección de Alí Abbasi. De duración: 110 minutos, esta fábula está basada en una novela de John Ajvide Lindqvist ( el autor de asunto vampírico de Déjame entrar, llevado al cine por Thomas Alfredson y rehecho luego en Estados Unidos).
Protagonizada por una Eva Melander oculta entre maquillaje y prótesis, transmite una gran sensibilidad y habla de temas complejos a través de una historia de fantasía tratada con severo realismo. La cámara siempre se siente próxima al personaje de Tina, una mujer poco agraciada físicamente que sin embargo es poseedora de un don que le permite detectar el mal que existe en las personas.
Es ideal para trabajar en una aduana, pero al poco tiempo su habilidad es reclamada para utilizarse en la lucha de crímenes mucho peores que el contrabando. Como ya sucedía en Déjame entrar, la pedofilia vuelve a aparecer en el trasfondo de la película, aunque con una trama que tiene bastante más peso que en la historia de Oskar y Eli.
Pero en el film existe un tema central que sobresale entre todos los otros: la identidad. El motor de la historia es esa búsqueda de identidad y se utiliza para hablar del aislamiento, la aceptación entre un grupo de iguales, el rechazo a lo que supone pertenecer a ese grupo, la incertidumbre de no conocer tu historia personal, de sentirte rechazado, el (re)descubrimiento de la sexualidad. Cuando entre en acción el personaje que trastoca la realidad de Tina, todo en la película cobra sentido.
Los extraños sucesos y los interrogantes que se van formando conforme avanza la historia, se responden y golpean con fuerza en la mente del espectador. Hay cerca del final algún giro de la trama que no corresponde adelantar, y que plantea algún dilema moral: ¿es mejor aceptar lo que uno es, o seguir el camino hacia el que se lo ha educado? La respuesta no la proporciona la película, y queda, inteligentemente, a cargo del espectador.
Seis premios Guldbagge (Suecia) en 2018, inlcuyendo mejor actriz (Eva Melander) Premio en Cannes 2018 en la sección Un Certain Regard, mejores efectos especiales en los Premios Europeos 2018, premios de interpretación a Melander y Eero Milonoff en el Hamptons Film Festival.