Cambió el torneo (esta vez Copa Sudamericana) y la cancha (anoche jugaron en el Parque Viera), pero el empate agónico, con gol de cabeza de Enzo Borges en el último minuto de descuento, fue un calco a lo que había sucedido hace unas semanas cuando el mismo futbolista le empató a Peñarol por el Campeonato Uruguayo, en el Estadio Ubilla de Melo.
También, a diferencia de lo que sucedió ese 17 de febrero, el empate final tuvo otro resultado: 2-2 en vez de 1-1. Quizás ese matiz resulte clave para el desenlace de esta llave, ya que la igualdad sin goles y hasta 1-1 le otorgue el pase al aurinegro a la llave de grupos de la Copa Sudamericana.
De todos modos, hay chances de hacer historia para el conjunto del Este, el próximo 13 de abril en el Campeón del Siglo. Y no son pocas. Sobre todo si se tiene en cuenta el coraje y la ambición de buscar el partido con un 0-2 en contra, producto de los goles de Formiliano en el primer tiempo (salió lesionado por un dolor en el pecho que no pasó a mayores) y David Terans a los 5 minutos del complemento.
El partido parecía cerrado, hasta que los cambios realizados por ambos técnicos cambiaron el desarrollo del juego. Por lo pronto, Larriera pobló el medio con volantes de marca, como Gonzalo Freitas y Franco Martínez, que no estuvieron a la altura, al igual que el debutante Nicolás Schiappacasse.
Ahí llegó el descuento arachán, con un penal ejecutado por Mauro Estol, y después, en la última jugada del partido el gol de Borges que deja a Cerro Largo con vida.