El conjunto dirigido por Danielo Núñez volvió a hacerse fuerte en el Gran Parque Central, luego de superar al bicampeón uruguayo por 2 a 1, en partido pendiente por la primer fecha del Torneo Apertura.
Hace dos años, cuando fue su última visita a esa cancha, los arachanes ya habían sorprendido al bolso tras superarlo 1-0. En esta ocasión, los goles de la visita fueron anotados por Leandro Otormín (40′) y Emanuel Beltrán (64′), mientras que Guillermo May (75′) puso el descuento para los tricolores.
El equipo del Este enfrentó a un rival que extrañó las ausencias de Sergio Rochet y Brian Ocampo, convocados por Óscar Tabárez para los partidos por Eliminatorias con la selección uruguaya. Para colmo, el local quedó con 10 futbolistas a raíz de la expulsión del lateral Ángelo Gabrielli, cuando transcurrían apenas 18 minutos de juego.
Al quedar con superioridad numérica, el conjunto que anoche vistió de celeste se animó a buscar el arco del debutante tricolor, Martin Rodríguez, hasta que a falta de cinco minutos para el cierre del primer tiempo llegó el tanto de un ex Nacional, como Otormín.
En el complemento, más allá de algunas jugadas que pudieron terminar en penal para Nacional, el arachán no sólo se defendió y buscó el arco rival. Así, tras un cabezazo de Beltrán desviado por Nicolás Marichal, Cerro Largo puso el segundo tanto que, a la postre, sirvió para llevarse los tres punto para Melo. Antes, sufrió la roja de Facundo Rodríguez, y el descuento de un conocido como Guillermo May. Después, hubo un par de intentos del tricolor por igualar, pero los delanteros encontraron siempre bien parado al arquero, Ramiro Bentancur.
EMPATÓ PEÑAROL
Con este resultado, Nacional no pudo quedarse con la cima del Torneo Apertura y quedó segundo con 6 puntos, al igual que Cerro Largo y Liverpool. Los líderes, con 7, son Wanderers y Plaza Colonia, que ayer se llevó un punto del Estadio Campeón del Siglo tras igualar 0-0 ante Peñarol, que volvió a perder puntos y quedó tercero con 5.
En un partido deslucido, se registró un escandaloso final luego que ni el juez Diego Riveiro ni su asistente, Marcelo Alonso, vieran una clarísima mano del defensa «patablanca», Yvo Calleros, necesaria para desviar un cabezazo de Agustín Canobbio con destino de gol.