La eliminación de la selección uruguaya ante Colombia, en los cuartos de final de la Copa América de Brasil, se sumó a los fracasos de las últimas tres ediciones en las que no se pudo lograr el objetivo de mínima, que es estar entre cuatro mejores del certamen continental.
Más allá de los cuestionamientos, tanto el cuerpo técnico como el plantel tienen claro que el verdadero anhelo de esta generación es clasificar por cuarta vez consecutiva a un Mundial. Para ello, la ventana de partidos de setiembre empezará a definir la suerte para la clasificación con Uruguay ubicado en clasificación directa (cuarto), pese a los últimos empates sin goles ante Paraguay y Venezuela.
Tabárez tendrá el objetivo de encontrar una oncena que le devuelva el poder de gol perdido desde que comenzaron las competencias oficiales en 2021. Con Edinson Cavani y Luis Suárez en elocaso de sus carreras, la responsabilidad recaerá en otros valores como Darwin Núñez o Maxi Gómez, que por distintas razones no pudieron tener continuidad con la celeste en lo que va del año.
Por lo ocurrido con la celeste en esta última experiencia de Brasil, parece imprescindible iniciar el recambio de estas piezas clave. Y esto es ya. Sólo cuatro goles convertidos (dos de ellos a la débil Bolivia) en ocho partidos disputados del 2021 hablan de un déficit que debe revertirse si la ambición es ir a otra Copa de Mundo.