Cuando dirigentes, cuerpo técnico y futbolistas trabajan en conjunto, en pos de un mismo objetivo, los resultados suelen reflejarse en el campo de juego.
Eso ocurrió el domingo en el Gran Parque Central, donde el bolso ofició de local ante Peñarol tras 92 años y se despachó que un triunfo 2-0 que había embarcado el domingo de madrugada, en Barsilia.
Luego de la gestión de la directiva tricolor de buscar a los tres futbolistas albos convocados por Tabárez, una vez eliminada la selección de la Copa América, el técnico Alejandro Cappuccio decidió contar con ellos desde el inicio del juego. Y vaya si le dio resultado.
El arquero Sergio Rochet tuvo un par de atajadas clave, mientras que Brian Ocampo y Camilo Candido anotaron los tantos del triunfo. Decisivos los tres por donde se lo mire.
Con esta victoria, además, Nacional se quedó en la cima del Torneo Apertura con 20 unidades, y obliga a Plaza Colonia a ganarle este lunes a Progreso si quiere mantenerse en la cima.
Además, dejó a Peñarol fuera de la pelea -otra vez- de un torneo corto, ya que los seis puntos de ventaja que ahora los separa parecen imposibles de descontar. Pero falta un dato más: en diez días se juegan los clásicos por los octavos de final de Copa Sudamericana y, en ese juego sicológico que plantean estas series eliminatorias, el bolso ya tiene ventaja.
De hecho, el primer partido es nuevamente en el GPC y a los siete días tiene la gran chance de humillar al aurinegro en el Campeón del Siglo.