La semana pasada, las once embarcaciones participantes de la Regata Clipper Race atracaron en las aguas de Punta del Este, y el capitán del barco «Punta del Este» del Yacht Club, Fernando «Nano» Antía, se mostró emocionado y agradecido por la cálida bienvenida que él y los 700 tripulantes que integran los distintos equipos recibieron por parte de la comunidad local.
Entre las actividades previstas para homenajear a los participantes, la Intendencia de Maldonado organizó una gran picada criolla en el Museo de Arte Contemporáneo Pablo Atchugarry. Esta recepción no solo buscaba celebrar la llegada de la competición internacional a Punta del Este, sino también promover la cultura y la tradición uruguaya.
Los casi 500 invitados disfrutaron de carnes típicas uruguayas, ensaladas, deliciosos panqueques de postre y también pastelitos de dulce de leche y membrillo. No faltaron los vinos uruguayos maridando a la perfección las delicias del menú.
Estuvieron presentes, junto a los invitados de honor, integrantes del equipo de gobierno departamental, ediles y los alcaldes de Maldonado y Punta del Este.
El parque de esculturas y el lago de la Fundación Atchugarry, como el MACA fueron el escenario perfecto para la recepción, con un entorno que aúna perfectamente naturaleza y arte.
Durante la celebración se disfrutar de la participación de la Orquesta Departamental con temas internacionales, que tentaron a los invitados a salir a bailar. Y como broche de oro el grupo de danza Viejo Molino brindó un maravilloso espectáculo de tango y folclore.
La alegría y el clima festivo duró hasta el atardecer, cuando los invitados comenzaron a regresar a sus hoteles.
Hasta el domingo, día en que los barcos zarparán rumbo a Cape Town, para la próxima pierna de la carrera, los visitantes disfrutarán de diversas actividades de camaradería y también tendrán la posibilidad de realizar recorridos turísticos, con guías bilingües para conocer nuestro destino.
En diálogo con Portada, Nano expresó su alegría por estar en su tierra natal como capitán de la embarcación y por haber ganado la etapa que unió Portsmouth (Inglaterra) con Punta del Este, un logro que calificó como un sueño hecho realidad. Señaló que el encuentro con todas las tripulaciones y la oportunidad de compartir el asado con cuero y los vinos uruguayos con ellos fueron momentos inolvidables. También destacó la importancia de la organización y de todos los que contribuyeron para que este evento se llevara a cabo.
«Es impresionante porque conectan a personas de diferentes lugares, que después se acuerdan de nosotros por el resto de sus vidas y le recomiendan este lugar a sus amigos. Todo eso genera una bola de nieve que nos hace muy bien porque a veces es muy difícil para Uruguay competir con potencias como Argentina, Brasil u otros lugares donde la Regata Clipper podría recalar», enfatizó.
Cuando se le preguntó sobre las fortalezas de la comunidad local, Nano no dudó en destacar la hospitalidad de la gente y expresó su orgullo como uruguayo por la forma en que todos fueron tratados. «Es de las cosas más lindas que tenemos», afirmó.
Sin embargo, confesó que a pesar de su alegría, extrañaba mucho a su familia, a sus amigos, la comida uruguaya y la posibilidad de descansar adecuadamente. Navegar en alta mar, como capitán, implica estar en constante alerta debido a las cambiantes condiciones del mar. Su travesía de 26 días y 11 horas fue un desafío formidable, pero su equipo estuvo a la altura del compromiso y mantuvo la presión para llegar en primer lugar, lo que le dejó una sonrisa imborrable y una gran alegría, indicó.
En cuanto a la próxima etapa de la Regata Clipper Race, que tiene como destino Sudáfrica, Nano anticipó que cruzar el Atlántico Sur será un desafío particularmente difícil. «Hay mucha presión, pero principalmente, frío y viento intenso», concluyó el capitán, listo para afrontar una nueva aventura en el mar en nombre de Uruguay.