Los jugadores del plantel albiceleste volvieron al vestuario y cuando le dieron las garantías, retornaron al campo y el partido se inició.
El capitán del seleccionado argentino, Lionel Messi, les pasó la orden a los restantes integrantes del plantel para que se retiraran del campo de juego del estadio Maracaná, a raíz de las agresiones sufridas por hinchas del equipo albiceleste de parte de los parciales locales primero y con mayor dureza de la policía local después según consigna TELAM.
Los incidentes habían comenzado una hora antes del horario previsto para el comienzo del encuentro (21.30), cuando hinchas locales quisieron despojar a los argentinos (no más de 200) de una bandera, pero recrudecieron con más violencia a la hora de ejecutarse los himnos de ambos países.
Las discusiones se extendieron por más de 10 minutos, al cabo de los cuales a Messi se lo vio decir «nos vamos», y todos acataron su orden y se metieron en los vestuarios, en una muestra de protesta por la represión policial que puso en vilo la realización del encuentro.
El encuentro estuvo demorado entonces 28 minutos, quedó a punto de suspenderse tal como sucediera, aunque por otras razones pero de manera no menos escandalosa, en las Eliminatorias para Qatar 2022, aunque en aquella oportunidad en el Arena Corinthians, de San Pablo. Un encuentro que nunca más se volvió a jugar.