Si bien es tradicional este encuentro los 10 de febrero de cada año, desde hace una década, en 2023 será este lunes 20 desde las 19:30 horas.
El Día del Muelle Mailhos no es una historia cualquiera, es de puro amor e involucra a un grupo de puntaesteños que lucharon con el corazón para rescatar una parte de sus raíces y sus memorias.
Corría el año 1939. Un joven tabacalero, Luis Mailhos, había adquirido una casa sobre la playa que pertenecía a la familia Behrens.
En ese entonces no existía la rambla como la concebimos hoy en día, como tampoco las pasarelas que la acompañan.
En esos tiempos, junto a su familia, comenzó a disfrutar de la playa donde a metros de la orilla se formaba un banco de arena que para llegar a él debían pasar las rocas. Lo hacían obviamente calzados, para evitar lastimarse en el suelo rocoso.
Así fue que decidió construir un pequeño muelle en el que cada verano colocaba una escalera de hierro que pintaba todos los años de color verde.
Mailhos seguramente no imaginó que el muelle tomaría su nombre y sería un punto de encuentro de generaciones que llegarían a admirarlo, así como observarla caída del sol, bañarse y convertirse, con el paso del tiempo en un ícono de Punta del Este.
En 1958, Mailhos tiró abajo la casa de madera y construyó una muy similar, en mampostería, que llamó “Viento verde”. En la década de los 70, cuando el empresario falleció, la casa fue vendida y los nuevos dueños la derribaron para edificar en ese lugar el actual edificio “El Espigón”, pero el muelle sobrevivió.
Con el paso de los años fue sufriendo las consecuencias del tiempo y el descuido, pero los recuerdos de mucha gente vividos allí permitieron, luego de superar bastantes escollos, su renacimiento.
Diego Rubio, creador del grupo “Una vela por Mailhos” recordó que un día observó el muelle partido.
Su mente se inundó de recuerdos cuando aprendió a nadar y decenas de escenas vividas.
Pensó que era el momento de hacer algo por la obra y convocó a diversas personas del balneario para impulsar el rescate de la icónica idea de Mailhos.
Alejandra Pons, Teresa Pérez Bource, Patricia Medero Meira y Florencia Sader fueron las primeras. Luego se sumaron María Sara Baroffio y Sandra Cabrera, dando formación al grupo a comienzos de 2013.

Al atardecer las personas llegaban con una vela para iluminar todo el borde del muelle y destacar así su silueta sobre el mar.
El evento trascendió y captó el interés de la prensa nacional y extranjera.
Ese día en la playa se recolectaron 500 firmas pidiendo el arreglo y puesta en valor del Muelle Mailhos.
Con fotografías de ese encuentro se realizó una muestra que se expuso en la hoy conocida nueva sede del Municipio de Punta del Este bajo el título “Las velas siguen brillando”.

Paralelamente iniciaron gestiones con las autoridades de la época, Horacio Díaz, que era el Director de Turismo de la Intendencia de Maldonado, Martín Laventure que era Alcalde, el jefe de Puerto de Punta del Este, la Comisión Local de Patrimonio y la empresa SACEM, que estaba trabajando en el puerto.
Fue esa firma la que les dijo que, si el ministerio de Transporte y Obras Públicas lo aceptaba, se podían incluir las obras de refacción de muelle como un trabajo dentro del puerto, dado que la mitad del mismo pertenece a él.
Concomitantemente con las reuniones y movidas a nivel político empezaron a gestar el armado de un video que llevó el nombre “Somos la voz del Muelle Mailhos”, con la participación de vecinos de Punta del Este y Maldonado”.
En esa instancia se suma al grupo y trabaja en la filmación, edición y armado del video Álvaro Pérez Tort.
Se publicó en redes en mayo de 2013 y fue la segunda manifestación de la comunidad para salvar el muelle esteño.
Durante 2013, entre la muestra de fotos y la producción del video, se logró que se declare Patrimonio Departamental.

La comitiva conformada por Horacio Díaz, Martin Laventure, Alejandro Easton y Diego Rubio viajo a la capital para reunirse con técnicos y el Director Nacional de Hidrografía para presentar los argumentos y motivos por los que se consideraba importante el arreglo de este punto del balneario.
También se reunieron con directivos de SACEM, para ver como seria reconstruido, dado que al ser patrimonial no se podía hacer como muchos lo conocían, sino que se debería reproducir el modelo original y no estarían permitidos los baños.
Rubio recuerda que el 5 de abril recibieron la noticia de que comenzarían las obras y el 24 de diciembre de 2013 lo reinauguraron.
Ese día se anunció que le sería colocada una escalera y serían permitidos los baños.
El grupo original se diluyó, pero nació otro, denominado “Amigos del Muelle Mailhos” en el que participan los vecinos que sienten que es vital, en cada febrero, recordar este hecho.

Y como en aquel primer encuentro, que fue como un pedido de socorro de los vecinos para salvar un pedacito de historia del balneario, el encendido de los cirios se convirtió es una tradición.
Tanto Rubio como Pérez Tort destacan la importancia de la lucha que derivó en la declaración de patrimonio y recuperación del Muelle en el que cada uno tuvo sus vivencias y mantiene recuerdos de otrora años, así como la importancia de empoderar a la sociedad en un reclamo que vio sus frutos.
Destacan que lo que lograron fue remover el sentimiento de identidad de un pueblo para defender iconos que se están muriendo.
El grupo Amigos del Muelle Mailhos está conformado actualmente por Patricia Mederos Meira, Patricia Álvarez, Teresa Pérez Bource, Sebastián Slepovich, Diego Rubio y Álvaro Pérez Tort, quienes cada año sorprenden con algo especial.
