El reloj marcó las 22:30 y las luces se pusieron tenues. La sala estaba repleta y el locutor invitó a silenciar celulares para dar comienzo a la obra.
Piel de Judas no tendría la noche del 22 de diciembre una función más. Era el debut de la diva indiscutida del Río de la Plata, Susana Giménez en Enjoy.
Para ella no era tampoco una noche más. Porque ese día y a esa hora inició la cuenta regresiva para decir adiós a las tablas después de toda una vida sobre ellas.
Los que la conocen saben que lo que más ama es el teatro y no es para menos. Los que gustan de esos escenarios saben de lo que hablamos.
El teatro es magia. Es saber que nada es perfecto, pero nos lo creemos. Es ver a actores en primera persona y sentirlos cerca.
Antonio Grimau, interpretando al violinista Alexis rompió el hielo e ingresó tocando su instrumento. A los pocos minutos, deslumbrante como siempre, irrumpió ella, en el papel de Marión.
Susana irradia luz y energía que contagia. Su sola presencia justifica pagar el precio que sea para verla actual, tal vez por última vez. Porque como todo artista lleva en la sangre esa pasión hasta que su luz se apaga.
Desfachatada, mal hablada, sincera y transparente, Marión sobresale por su forma de ser que pone a todos en jaque.
Enredos, amantes supuestos y no tan supuestos, espontaneidad a flor de piel para decir que prefiere estar sola que mal acompañada.
Antonio Grimau, Julieta Nair Calvo y David Masajnik, además de los uruguayos Sebastián Slepovich y Patricia Álvarez completan el elenco que hace reír y disfrutar de Piel de Judas. Pero mucho más especial lo hace ella, quien por más que sea su última temporada, sabremos que siempre estará brillando para todos nosotros.
La obra continuará durante todo el mes de enero en los salones de Enjoy y está producida por Gustavo Yankelevich, más conocido como el zar de la televisión.