Así lo afirmó el coordinador de Comunicación e Información de la Oficina de la UNESCO en Montevideo, Guilherme Canela, tras la apertura de la Conferencia anual por el Día Mundial de la Libertad de Prensa que se desarrolla hasta el viernes 5 de mayo, en el Centro de Convenciones de Punta del Este.
A 10 años de la aprobación del Plan de Naciones Unidas para la seguridad de los periodistas, la evolución de las políticas globales y los desafíos digitales a los que actualmente se enfrentan los trabajadores de los medios de comunicación, son algunos de los puntos de debate en el inicio de las 70 sesiones que tendrán a 300 expertos de 85 países.
Canela explicó que “los países se postulan para ser los anfitriones de esta conferencia global y Uruguay tiene un claro interés -desde el punto de vista de las políticas públicas- de afirmar internamente y a todos los países que la libertad de prensa es un tema que importa”. Por su parte, “para Unesco es fundamental organizar las conferencias en países donde no necesariamente significa que todo está bien, pero claramente tienen una apertura para recibir a defensores de la libertad de expresión”.
Precisamente, la libertad de expresión, la seguridad de los periodistas, el acceso a la información y la privacidad “han sido factores claves para que el eje central de la Conferencia anual por el Día Mundial de la Libertad de Prensa sea el periodismo bajo asedio digital”.
A modo de ejemplo, indicó que “una investigación realizada en más de 120 determinó que el 73 % de las mujeres entrevistadas habían sufrido algún tipo de acoso digital, incluso acoso sexual digital”. Asimismo, el sistema de Naciones Unidas “está preocupado por la vigilancia que sufren muchos periodistas y sus fuentes a través de software o el hacking de sus cuentas”.
Respecto a la censura que recae sobre los trabajadores e incluso sobre los propios medios de comunicación, sostuvo que “es necesario hacer hincapié en el rol que tiene el Poder Judicial para evitarla”.
En Latinoamérica, “casi todos los países tienen establecido que la censura está prohibida, basándose en el Artículo Nº 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos”. Por ese motivo, la Unesco comenzó un Programa de formación internacional de jueces para que la apliquen porque “hay una diferencia entre lo que establece la Ley y su ejecución”. Los jueces “tiene que garantizar este derecho internacional en sus decisiones ya que lo más grave no es la censura explícita y directa sino la autocensura cuando los periodistas dejan de hacer su trabajo por el asedio digital o las amenazas hacia ellos y sus familias”.
Otro fenómeno de análisis son las Fake News, “hay que comprender que no es algo nuevo porque la gente siempre mintió, pero la novedad es la velocidad, viralidad y el volumen con el que se propaga la información”. Canela fue enfático al resaltar que es “necesario empoderar a la gente para que tenga una interacción más solida y autónoma con las redes sociales y también a los periodistas mediante la producción de contenidos, así como a las empresas de tecnología que deben dar un salto para evitar la desinformación o las Fake News.