Se realizó en el Teatro de la Casa de la Cultura de Maldonado la Primera Jornada de Sensibilización contra el Acoso Escolar, en el marco de los Derechos del Niño.
El 2 de mayo es el Día Mundial Contra el Acoso Escolar, un grave problema que afecta a millones de escolares de Educación Primaria y Educación Secundaria en todo el mundo y que causa al menos 200 muertes en forma directa cada año.
Esta iniciativa, nacida en el año 2013 a partir de la presentación del Dr. Javier Miglino, fundador de la ONG Bullying Sin Fronteras, fue aprobada por la UNESCO el mismo año con el fin de ayudar a la concientización de este problema. Posteriormente, fue reconocido oficialmente por el Parlamento Español, el Senado Argentino y el Parlamento Uruguayo.
La actividad, organizada por la Unidad de Derechos Humanos, dependiente de la Dirección General de Asuntos Legales, contó con la presencia de la Directora General Dra. Adriana Graziuso y la Directora de Área de Juventud, Johana Cervetti, maestros y estudiantes de magisterio.
La mañana comenzó con la llegada de de niños de escuelas públicas de Maldonado, que se acomodaron en la sala con gran expectativa. Seguido a la apertura realizada por la Dra. Graziuso, se realizó una dramatización con títeres presentada por la Profesora Cecilia Guerra y Andrés Etcheverri, que permitió reflexionar y dialogar con los niños presentes respecto a cómo abordar y resolver las situaciones de acoso escolar.
Luego de los títeres, se desarrolló de una dinámica interactiva con alumnos y alumnas de las escuelas cercanas presentes (3º y 4º años), y estuvo a cargo del maestro y escritor Carlos García Egures y la Psicóloga y Magister María Eugenia Álvarez Quintero.
Fue sorprendente la apertura de los niños y el manejo de la problemática y las soluciones. Posteriormente la sorpresa llegó cuando la Dra. Graziuso anunció que cada asistente recibiría un obsequio, que consistió en un ejemplar de la colección de libros inclusivos para niños realizados por García Egures.
Hoy el tema del acoso escolar, o bullying es una de las preocupaciones más importantes de los gobiernos y las instituciones educativas y alcanza a muchas más personas de las que solemos pensar.
“Uno de cada tres jóvenes en todo el mundo sufre o a sufrido acoso escolar o bullying, según el último informe de la ONU publicado en 2019, y los estudios más recientes no indican que la situación haya mejorado, más bien al contrario. Y eso es un montón” – expresó la Psicóloga y Magister María Eugenia Álvarez a Portada.
“Cada vez son más (por suerte), las personas que se animan a hablar o hacerlo visible, entonces, podemos decir que hay más conciencia. Capaz que el “bullyng” o acoso escolar clásico se ha reducido, y tal vez se ven menos situaciones de golpes o de empujones. Son mucho más comunes comentarios en vídeos, mensajes anónimos o de whatsapp, exclusiones en grupos o acoso por redes.
Entonces, en realidad, el acoso con consecuencias físicas ha reducido, pero a su vez, ha aumentado y sigue aumentando todo lo relacionado al acoso a través de redes, internet en general., porque siguen apareciendo más aplicaciones, y ese tipo de acoso escolar tiene las mismas consecuencias a nivel psicológico, o incluso más graves, porque es público y sucede todo el tiempo. Un niño en la escuela pasa 4 o 5 horas, y si lo molestan soporta ese dolor en ese lapso. Pero con el celular lo molestan 24/ 7, todos los días del año y (encima) eso se viraliza, por ello la víctima se siente acosado por todo el mundo, toda la sociedad.” detalló.
Respecto a cómo abordar un caso de acoso escolar recomendó:
“Las intervenciones para ser efectivas tienen que involucrar todos los sistemas: el sistema familiar, el sistema escolar, y el sistema más micro del aula.
SI un niño acosado intenta solucionarlo con su agresor por si, solo, eso no va a servir, incluso puede ser más grave porque seguramente eso provoque el aumento de la presión y el maltrato. Por eso es necesario el respaldo de un adulto, por ejemplo la maestra, que ponga el ojo y vea que no se saquen las meriendas, o no se excluya a ningún niño en los juegos, que tenga reglas del aula. Y una vez que se hizo consciente en las clases y la maestra lo notó, se avisa a la directora, a las familias. Se involucra a todos los actores porque todos son parte del cambio.” – concluyó.
El broche de oro del encuentro fue la entrega a cada participante de un libro de la colección de Cuentos Inclusivos ilustrados a color de Carlos García Eure
Acerca de la temática de sus libros el autor expresó: “El tema de escribir cuentos inclusivos surge por la necesidad de hablar y abordar este tema, pero desde una visión positiva, ya no victimizando a la persona que tiene una discapacidad u que está en situación de discapacidad, sino visibilizándola como una persona capaz de muchas cosas. Porque en realidad eso es lo que necesitamos, que se nos observe, por lo que podemos hacer, y no por lo que no podemos hacer, o por lo que resulta extraño (aunque no hay nada extraño o raro, todos somos diferentes).
Hay algo que se llama la diversidad funcional, que tenemos que aprender a aceptar, pues todos funcionamos, pensamos, actuamos y nos movilizamos de manera diferente.
Ahora las personas con discapacidad, lo que necesitan es una oportunidad de trascender, y libros apunta a eso, por ello se basan en personajes reales, dentro de un contexto de ficción, que ayudan a un niño en una situación puntual.”
Los libros inclusivos pueden encontrarse en todas las librerías del país, y por internet.