El plan del presidente argentino, Javier Milei, de quitar financiamiento público a la industria del cine y otros ámbitos de la cultura en su país desató una protesta generalizada, incluso a nivel internacional, y el gobierno dio marcha atrás con parte del ajuste, según fuentes oficiales.
La protesta de actores, productores y directores argentinos fue respaldada por figuras como el español Pedro Almodóvar, el mexicano Alejandro González Iñárritu y el finlandés Aki Kaurismäki. Ellos suscribieron un comunicado en defensa de “una industria cinematográfica vibrante, heterogénea y dinámica”, con apoyo estatal desde 1944.
El proyecto inicial de Ley Ómnibus que el gobierno envió al Congreso incluía el recorte de fondos al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y la reducción o eliminación de órganos de fomento del teatro, los libros, la música y el arte en general. “Argentina es el país que más nominaciones al Óscar tiene de la región, porque hay una Ley de Cine que sostiene y fomenta la existencia de un cine argentino”, dijo ante la comisión parlamentaria que analiza el proyecto Santiago Mitre, director de Argentina, 1985 (2022).
El gobierno dio parcialmente marcha atrás el lunes con varios de los artículos, y aseguró que seguirá “protegiendo los recursos del sector, pero preservando el objetivo de que los gastos administrativos no sean una carga excesiva”. Así, la contrapropuesta oficial al Congreso insiste en que los entes que reciban fondos públicos de apoyo al cine y la música dediquen no más del 20% a gastos administrativos y que, en caso de coproducciones, solo se financie la parte argentina.