La directora científica del centro de tortugas marinas Karumbé, Gabriela Vélez, explicó que se trata de una tortuga “siete quillas” que no suele llegar a la costa. El hallazgo se dio en la zona de José Ignacio (Maldonado). La especie tiene la particularidad de ser la más grande del mundo y de encontrarse en peligro de extinción.Su dieta principal son aguavivas y otros organismos gelatinosos. Se mueven detrás de las aguavivas”, dijo Vélez. Así mismo, indicó que a nivel mundial existe preocupación porque es una de las especies con mayor peligro de extinción. “Es de las tortugas marinas que se conoce menos. Durante mucho tiempo fue difícil encontrar estos ejemplares. Muchas de ellas sufren choques de embarcaciones, por lo que algunas pueden morir por ese motivo”, señaló.