El director de OSE-UGD, contó un aprendizaje que le dejó su paso por la dirección general de obras y talleres de la Intendencia de Maldonado, en la segunda administración Antía (2015-2020).
“Nos llevaba 6 o 8 meses concretar una licitación para hacer obras y cuando estaba todo listo, caía todo el mundo y se le destrozaba el barrio a la gente; era como patear un hormiguero y salían todos los vecinos enojados”, explicó.
Con el objetivo de mejorar el proceso y la relación con la comunidad, Bentancur comenzó a convocar a reuniones barriales antes de que inicien los trabajos en cada lugar.
“Hacíamos una reunión con los ingenieros, explicábamos cuál era la obra, cuánto tiempo iba a llevar, de qué manera íbamos a trabajar, cómo podían salir y entrar a sus casas, cómo iban a cambiar las líneas de ómnibus y de qué manera podían seguir viviendo con alguna molestia”, comentó a Portada.
Al contestar todas las interrogantes de la comunidad y consensuando algunos detalles de la obra a desarrollarse, la población comprendía y toleraba la situación.
“Esa política me ha dado resultado y es la que utilizo desde ese momento”, puntualizó.