El gabinete del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sufrió una profunda reforma, con el cambio de seis ministros, incluyendo el de Relaciones Exteriores, Defensa y Justicia, según anunció el Ministerio de Comunicaciones.
Los cambios se iniciaron por la mañana, con la renuncia del canciller, Ernesto Araújo, bajo duras críticas por el fracaso de la política de Brasil para contener la pandemia de coronavirus, y se amplió por la tarde con cambios imprevistos.
Además de Araújo (Relaciones Exteriores), dejaron sus cargos Fernando Azevedo e Silva (Defensa), André Mendonça (Justicia), Luiz Eduardo Ramos (Secretaría de Gobierno), Walter Souza Braga Netto (Jefatura de Gabinete) y José Levi (Fiscalía General, o AGU).
Tres de los ministros fueron trasladados a otras carteras: Braga Netto se encargará de Defensa; Mendonça será Fiscal General; y Ramos pasará a la Jefatura de Gabienete. Mientras que Carlos Alberto Franco França se hará cargo de RREE, Flávia Arruda irá la Secretaría de Gobierno y Anderson Torres tomará Justicia.
En síntesis, los que dejan el Gobierno son Araújo, Azevedo e Silva y Levi.
El general de reserva Azevedo e Silva, anunció sorpresivamente su renuncia a su puesto como ministro de Defensa, horas después de que Araújo comunicara a Bolsonaro su decisión de dejar su puesto.
“Agradezco al Presidente de la República, a quien dediqué mi total lealtad a lo largo de estos más de dos años, por la oportunidad de haber servido al país como ministro de Estado de la Defensa”, escribió Azevedo e Silva en una nota divulgada a la prensa.
“Parto con la certeza de la misión cumplida”, agregó el militar, sin precisar si se trataba de una renuncia o de una destitución.
Azevedo e Silva formaba parte del gabinete desde la llegada de Bolsonaro al poder, en enero de 2019, y era uno de los ocho ministros (de un total de 22) con rango militar.
Las bajas en el Gobierno siguen a la sustitución, el pasado 22 de marzo, del general Eduardo Pazuello como ministro de Salud, sustituido por el cardiólogo Marcelo Queiroga en medio de una aceleración de la crisis sanitaria causada por el Covid-19, que ya ha matado a más de 312.000 personas en el país.