El Sumo Pontífice se expresó en el marco del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que recuerda el 27 de enero de 1945 cuando las tropas soviéticas liberaron a los prisioneros del campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau.
«Recordar es una expresión de humanidad, recordar es signo de civilización. Recordar es condición para un futuro mejor de paz y fraternidad», señaló el Santo Padre.
En la audiencia general en la Biblioteca del Palacio Apostólico, sin público por la pandemia de coronavirus, Francisco remarcó: «Recordar es tener cuidado porque estas cosas pueden volver a suceder, comenzando con propuestas ideológicas que quieren salvar a un pueblo y terminan destruyendo a un pueblo y a la Humanidad. Cuidado con el inicio de este camino de muerte, exterminio y brutalidad».
No es la primera vez que el Sumo Pontífice destaca la importancia de recordar las atrocidades perpetradas por el régimen nazi liderado por Adolf Hitler en Alemania.
Para la misma fecha del año pasado, cuando se cumplieron 75 años de la liberación de Auschwitz, el Papa había recurrido a una frase de suma importancia en la historia reciente argentina: «Ante esta enorme tragedia, esta atrocidad, no es admisible la indiferencia y es un deber la memoria. Que cada uno diga en su propio corazón: ¡Nunca más!».
El Holocausto, ideado por los nazis para eliminar a judíos, gitanos, homosexuales y otras minorías, provocó la muerte de varios millones de personas en campos de concentración: obligados a trabajar en durísimas condiciones, muchos murieron por desnutrición o enfermedades y otros fueron asesinados en fusilamientos y cámaras de gas.