El abandono masivo de oficinas durante la pandemia cambió para siempre visión de cómo y dónde trabajar.
Tanto las empresas como los empleados se han beneficiado del ahorro que supone el no mantener una oficina, alquileres más bajos y una mayor flexibilidad de horario, especialmente para aquellos con familias. No obstante, el nuevo paradigma podría ser un duro golpe para Nueva York, y, en particular, para Manhattan. Y es que su economía se ha mantenido a flote gracias a todo tipo de negocios, desde los vendedores de comida rápida en la esquina hasta los enormes centros de oficinas.
Actualmente alrededor del 90% de los trabajadores de oficina de Manhattan trabajan desde casa, una tasa que se ha mantenido sin cambios durante meses, según una encuesta reciente de las principales firmas realizada por Partnership for New York City. El influyente grupo empresarial calcula que menos de la mitad de los empleados regresará a sus oficinas en septiembre del 2021.
En un informe se apunta a que la cantidad de espacio para oficinas en Manhattan disponible en el mercado ha aumentado en los últimos meses hasta 9,3 millones de metros cuadrados, aproximadamente un 37% más que en el 2020 y más que todo el espacio de oficinas combinado en las ciudades estadounidenses de Los Ángeles, Atlanta y Dallas.
Los expertos en bienes raíces señalan que en Midtown y el Bajo Manhattan —los dos distritos comerciales centrales más grandes de Nueva York y de todo el país— nunca ha habido tanto espacio para oficinas en alquiler. Un 16,4% del espacio total. Es un porcentaje muy superior al visto en crisis pasadas, incluso tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 y la Gran Recesión del 2008.
Los empleados no tienen prisa por volver a la oficina y, de hecho, muchos de ellos nunca lo harán. Las consecuencias para Nueva York podrían ser diversas. La urbe verá un impacto no solo en sus restaurantes, cafeterías y centros de negocios, sino también en las finanzas municipales, que dependen en gran medida de los bienes raíces comerciales
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, exige que los aproximadamente 80.000 empleados de las oficinas municipales de la ciudad regresen a sus puestos de trabajo a principios de mayo del 2021, ya que llenar los edificios de Nueva York es clave para su recuperación.