Se trata del de Luisiana, Estados Unidos, quien se disculpó después de negarse a enterrar a un agente de policía local negro por una directriz de hace décadas que solo permitía que se sepultara en él a personas blancas.
La junta del cementerio Oaklin Springs se reunió esta semana para cambiar su contrato de ventas tras la indignación desatada por la regla de acoger «solo personas blancas».
La viuda del agente Darrell Semien calificó como una «bofetada en la cara» el que no te dieran acceso a una parcela para su esposo «por ser negro».
El presidente de la junta señaló que no eran conscientes de esta «horrible» política.
Semien, de 55 años, era asistente del alguacil del condado y vivía en Oberlin, una ciudad situada 320 kilómetros al oeste de Nueva Orleans. Murió por cáncer el domingo pasado.
Cuando su viuda, Karla Semien, y sus hijos intentaron comprar una parcela en el cementerio Oaklin Springs, una empleada les dijo que era un camposanto «solo para blancos».
«Incluso tenía documentación en una carpeta para mostrarme que solo seres blancos pueden ser enterrados aquí», escribió la señora Semien en una publicación de Facebook el martes pasado, para después añadir que le resulta difícil creer que esto ocurra en 2021.
«Fue una bofetada en la cara, un puñetazo en el estómago», dijo Semien.