La declaración también manifiesta la preocupación por las restricciones impuestas a la sociedad civil, a los periodistas y a otros trabajadores de los medios de comunicación. De mismo modo, pide acceso a la ayuda humanitaria para «todas las personas que la precisen, incluyendo el restablecimiento de los vuelos de ayuda de la ONU».
El Consejo de Seguridad de la ONU expresa su «profunda preocupación» por la declaración del estado de emergencia impuesto por el ejército en Myanmar, y pide la liberación inmediata de la líder electa del país, Aung San Suu Kyi, y del presidente Win Myint.
Los miembros del Consejo de Seguridad «destacaron la necesidad de continuar apoyando la transición democrática» del país asiático, después de que el lunes se instaurase una junta militar que anunció su intención de asumir el poder por el periodo de un año hasta la celebración de unas nuevas elecciones, finalizando un lustro de gobierno civil.
El Consejo no llegó a un acuerdo en el redactado de la declaración el miércoles, ya que China, uno de los cinco miembros permanentes del órgano de seguridad, rechazó el texto propuesto.
La declaración pide la «liberación inmediata de todos los detenidos», y subraya «la necesidad de defender las instituciones y los procesos democráticos, abstenerse de recurrir a la violencia y respetar plenamente los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de derecho».
Suu Kyi fue acusada de posesión ilegal de walkie-talkies, supuestamente importados de forma ilegal, y actualmente se encuentra en custodia preventiva.
La cúpula militar acusa al gobierno de Myanmar, que fue elegido democráticamente, de no investigar las denuncias de fraude electoral en las recientes elecciones del pasado mes de noviembre que concedieron una amplia mayoría a la gobernante Liga Nacional para la Democracia.