Las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), definen las candidaturas y agrupaciones políticas que se presentarán a elecciones generales, que tendrán lugar el próximo 14 de noviembre, y por medio de las cuales se renovarán la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado de la Nación (127 diputados en todo el país y 24 senadores en 8 provincias).
Es decir, que el pueblo argentino en la mitad del período de gobierno tiene la opción de cambiar el “mapa” de bancadas en el parlamento y senado, y a juzgar por los resultados, y si la tendencia se mantiene, podría sobrevenir un cambio impactante a la situación actual.
Con excepción de 5 provincias, la mayoría de los votantes de todo el país (23 provincias) marcaron un fuerte apoyo a Juntos por el Cambio, la colisión de oposición al gobierno actual.
Pero este golpe, inesperado para el presidente Fernández, ha cambiado rápidamente algunos índices y valores, que en pocas horas comenzaron a moverse.
Según información publicada por el diario La Nación, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street se dispararon, antes de la apertura del mercado, con esta derrota del oficialismo en las que quedó relegado en 17 provincias. Y el riesgo país, que está atado a los bonos locales, baja 6% y se ubica en 1448 puntos.
En el premarket, los ADRs suben hasta 15%, encabezados por los papeles de los bancos. El rally alcista era esperado por los analistas en caso de que se diese un resultado desfavorable para el Gobierno, tal como finalmente ocurrió.
Otra de las sorpresas de esta elección fueron los 230.000 mil votos que obtuvo el economista Javier Milei, que quedó como el primer precandidato a diputado de “La Libertad Avanza” en la Ciudad de Buenos Aires. Esos votos le permitieron conseguir más del 13,65% de los votos, convirtiéndose así en la tercera fuerza en territorio porteño.
De todas formas, sabemos que en lo que a estabilidad política del vecino país, “lo más seguro es quién sabe” y el cambio real se verá el próximo 14 de noviembre.