Se trata de tres misiones de países distintos que están en el planeta rojo. Perseverance de Estados Unidos, Hope de los Emiratos Árabes y Tianwen-1 de China.
Aunque los objetivos científicos son diferentes en cada caso, la explicación de la coincidencia indica que se debe a la disminución de la distancia entre la Tierra y el planeta rojo, un fenómeno que ocurre cada 26 meses y que hace posible lanzar misiones que requieran una menor cantidad de combustible. En el trasfondo, sin embargo, están los proyectos de colonización de Marte.
El primero en llegar fue Emiratos Árabes Unidos: el 9 de febrero su misión Hope entró en la órbita marciana para estudiar su atmósfera.
Veinticuatro horas después, la misión Tianwen-1 de China logró el mismo objetivo, pero en este caso con el propósito de identificar la zona en la cual intentará arribar en mayo de este año con su módulo de aterrizaje.
Por último, la NASA llegó el 18 de febrero con la misión Mars 2020. La nave espacial del mismo nombre se posó sigilosamente sobre el cráter Jezero, para inmediatamente poner en acción al rover Perseverance, que ya ha entregado algunas imágenes de sus recientes exploraciones.
Perseverance almacenará muestras de roca y suelo en tubos sellados para su futura recuperación. El objetivo es determinar la presencia de vida microbiana en Marte, aunque sus esfuerzos se enmarcan en un proyecto mucho más amplio. Sin duda, Mars 2020 es una de las misiones más completas de la NASA en los últimos años.
La llegada sobre el cráter Jezero no es casual. Según el Profesor Nicholas Tosca, un científico de la Universidad de Cambridge que integra el equipo científico de la NASA en la misión Mars 2020, “Jezero es el mejor lugar para buscar porque la mayoría de los científicos que están interesados en la superficie temprana de Marte piensan que un lago antiguo es un escenario ideal para preservar evidencia de vida”, indicó.
Mars 2020 incluye una compleja instrumentación, que intentará hallar indicios de vida en el suelo marciano, recopilará datos del pasado geológico del planeta y registrará sonidos e imágenes de su superficie. Según un artículo publicado en Space News, el enfoque elegido por la agencia aeroespacial estadounidense se basa en un concepto llamado Mars Astrobiology Explorer Cacher (MAX-C).
Esta concepción nació a partir de la decisión tomada en 2012 de regresar sobre 2020 a Marte. Tal como lo está haciendo el Perseverance, MAX-C sería una serie de rovers o exploradores dedicados a estudiar la habitabilidad del planeta rojo, recolectando muestras para ser analizadas en la Tierra y posteriormente reintegradas a Marte en misiones posteriores.
Un rover es básicamente un vehículo de exploración espacial diseñado para moverse sobre la superficie de un planeta u otro objeto astronómico. Combina tecnologías de avanzada que le permiten desplegarse con solvencia en espacios inusuales y recolectar información variada. Estas características lo convierten en el aliado perfecto para las actuales misiones exploratorias a Marte.