Sergio Massa, hasta hace pocas horas presidente de la cámara de diputados y el tercer socio del gobierno de Alberto Fernández, llega como la última esperanza de torcer un rumbo que ha venido llevando a la Argentina por un sendero complejo.
A pocas horas de asumir el nuevo ministro anunció que se eliminarán los subsidios a las tarifas de energía a quienes más consuman, dijo que se garantizó unos US$ 7.000 millones para robustecer las reservas y que habrá un bono para jubilados.
Hasta ahora, 10 millones de hogares se inscribieron en la página web oficial para poder conservar los subsidios y 4 millones de hogares no presentaron esa solicitud.
También anunció el lanzamiento de un canje voluntario de la deuda pública en pesos que vence en los próximos tres meses, que finalizará el martes próximo.
Según Economía, para ese «reperfilamiento» voluntario ya se comprometieron el 60% de los tenedores de bonos. Fuentes del mercado indicaron que quienes ya aceptaron ese canje son básicamente organismos públicos, como la ANSES, y bancos estatales.
Massa anunció, además, el otorgamiento de un bono de suma fija para jubilados que se anunciará el miércoles próximo junto con la determinación del aumento por la movilidad jubilatoria. Aún no está estipulado de cuánto será ese bono.
Convocó para el jueves próximo a los sindicatos y las cámaras empresariales para implementar un bono para trabajadores privados y el aumento de las asignaciones familiares.
Massa ratificó los compromisos de reducción del déficit fiscal a 2,5 puntos del PBI comprometidos con el FMI, organismo con el que ya mantuvo una reunión.
Anunció decretos con regímenes especiales de beneficios para los sectores exportadores que aumenten su producción.
Uno de los que ya está avanzado es el de la industria del gas y el petróleo, pero Massa quiere implementarlos también para otros sectores exportadores como la minería, la agroindustria y la economía del conocimiento.
La idea es darle a esos sectores beneficios como la posibilidad de girar ganancias al exterior para sus casas matrices por el diferencial de producción que agreguen en el futuro.
Además, se tramitará un crédito de la Corporación Andina de Fomento de 750 millones de dólares y la ejecución de desembolsos por 1.200 millones de dólares de otros programas de préstamos ya vigentes con organismos internacionales como el BID y el Banco Mundial.
Massa sostuvo que la toma de ofertas de préstamos de bancos internacionales y fondos de inversión con garantía de títulos públicos para reforzar las reservas del Banco Central está también en estudio.