El Gobierno de Estados Unidos tomó la decisión que cayó sobre uno de los 20 bancos más importantes de ese país y lo hizo para proteger los depósitos de sus clientes. Reabrirá este lunes bajo control federal.
El Silicom Valley, SVB, fue fundado hace 40 años y especializado en brindar financiamiento a las empresas emergentes (startups) tecnológicas, que esta semana sufrió una caída de más del 60 por ciento en sus acciones al cierre de la rueda del Nasdaq y en la víspera operó con una pérdida de 69 por ciento, hasta que su cotización fue paralizada.
La reciente quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank (SVB) no provocará una crisis en el sistema financiero de ese país, pese a que fue la segunda mayor bancarrota desde 2008.
Así lo afirmó Gary Korolev, consejero delegado de Sovereign Wealth Management, en declaraciones a la prensa estadounidense. «Por el momento, este parece ser un problema aislado. Es improbable que el cierre de este banco provoque una crisis sistémica, dado que los reguladores tienen un plan para hacer frente a este tipo de situaciones», señaló.
Además, Korolev puntualizó que las acciones del banco más grande de Estados Unidos, el JP Morgan, subieron al conocerse el cierre del SVB, lo que significa que «el mercado no considera que el problema sea sistémico».
«Los problemas del banco se debían a los consejos de los inversores de capital riesgo a las empresas emergentes de Silicon Valley para que retiraran fondos del banco», explicó, y agregó que se trata de un «esfuerzo coordinado» para acabar con un banco que trabajó con criptodivisas.