En una inusual ceremonia de investidura cerrada al público debido a la pandemia del coronavirus que sigue propagándose, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, prestó juramento en el Ala Oeste del Capitolio, en el que irrumpieron hace dos semanas manifestantes violentos que intentaban anular su victoria electoral.
Bajo la mirada de los miembros de la Guardia Nacional apostados bajo las escaleras del Capitolio y de frente al estanque reflectante para encargarse de la seguridad durante la ceremonia, Biden prestó juramento para el cargo ante el juez presidente John Roberts con la mano sobre una Biblia familiar de 127 años.
Biden dijo en su discurso de investidura que «toda su alma está puesta en» unificar una nación desgarrada por los múltiples desafíos que tiene que superar y exhortó al pueblo estadounidense a unirse en este «momento histórico de crisis».
«Este es nuestro momento histórico de crisis y de desafío y la unidad es el camino a seguir», dijo Biden en referencia a la pandemia de un «virus único en un siglo» que ha cobrado más de 400.000 vidas, así como a la existencia de un «clamor de justicia racial de cerca de 400 años».
«Superar estos desafíos, restablecer el alma y asegurar el futuro de Estados Unidos requiere muchísimo más que palabras y requiere la más elusiva de todas las cosas en una democracia: unidad», dijo Biden, quien a sus 78 años es el hombre más viejo que presta juramento como presidente de Estados Unidos.
Momentos antes de la toma de posesión de Biden, Kamala Harris fue juramentada por Sonia Sotomayor, jueza de la Corte Suprema, como la 49ª vicepresidenta de Estados Unidos, con lo que se convirtió en la primera mujer y persona de color en ocupar el segundo cargo más alto del país.
El presidente no mencionó en su discurso a su predecesor, Donald Trump, de quien no recibió aplausos en la plataforma debido a que el presidente saliente ya había llegado a su residencia privada en Florida para cuando Biden estaba hablando.
Sin embargo, Biden prometió deshacer muchas de las políticas de Trump y se espera que lo haga a través de la firma de una serie de órdenes ejecutivas.
A raíz de los letales actos de violencia ocurridos en el Capitolio, Washington fue parcialmente cerrado mientras Biden y Harris prestaban juramento.
El Capitolio estuvo rodeado por una malla de alambre de púas y en la Explanada Nacional no hubo gente, sino unas 200.000 banderas que representaron a quienes no se permitió asistir a la investidura debido a la pandemia y a motivos de seguridad.