La denuncia por maniobras de estafa fue radicada por parte del representante de una institución bancaria durante los primeros días del mes de julio cuando detectó que un sujeto de 61 años efectuó diversos retiros de dinero presentando el documento de identidad de otra persona.
De la investigación se desprendió que en el mes de marzo el titular de la cuenta, un hombre septuagenario, alertó ante la Jefatura de Canelones que había extraído dinero de su cuenta sin autorización.
La víctima expresó que durante un período estuvo al cuidado un hombre de iniciales J.B.A domiciliado en el balneario Buenos Aires. En ese tiempo, este manejaba su tarjeta de cobro y documento de identidad con el consentimiento del denunciante. En determinado momento, la víctima fue internada por problemas de salud y luego pasó a vivir en una residencia en Canelones.
Cuando la funcionaria comenzó a realizar los trámites de la víctima se percató que figuraban retiros realizados en momentos de su internación y sin su conocimiento.
Mientras se trabajaba el caso, los investigadores fueron alertados por el representante del banco sobre la presencia de J.B.A. quien estaba intentando realizar otra maniobra pero fue detenido y derivado a una dependencia policial.
La Justicia dispuso su condena como autor penalmente responsable de un delito de apropiación indebida con dos delitos de estafa en régimen de reiteración real, uno de ellos continuado y especialmente agravado por haberse ejecutado en daño al Estado. Por ese hecho, se le impuso la pena de 24 meses de prisión bajo el régimen de libertad a prueba donde el imputado estará bajo la vigilancia y orientación de la Oficina De Supervisión de Libertad Asistida (OSLA); tendrá que presentarse una vez por semana de la seccional policial correspondiente a su domicilio; permanecerá con arresto domiciliario nocturno durante toda la pena; y cumplirá tareas comunitarias por el plazo de 10 meses, entre otras medidas. Asimismo, deberá abonar a la víctima un importe fijado en la audiencia.