Un sujeto identificado como L.D.B.F. fue condenado por varios delitos relacionados con la tenencia de sustancias estupefacientes y tráfico interno de armas de fuego y municiones. La sentencia llega después de una investigación que culminó con su arresto y el allanamiento de su residencia.
La operación, denominada «Operación Rematch», comenzó en abril cuando se formalizó la acusación contra L.D.B.F., quien fue inicialmente detenido como presunto autor de un delito de tenencia de estupefacientes. En ese momento, se dispuso su arresto domiciliario total por un período de 120 días.
Personal de la Brigada Departamental Antidrogas continuó investigando el caso y descubrió que el vehículo que conducía L.D.B.F. el día de su detención había sido robado en Montevideo el 3 de marzo. Además, se determinó que la libreta de propiedad del vehículo era falsa.
El seguimiento de las actividades de L.D.B.F. reveló que continuaba involucrado en la tenencia de estupefacientes y armas de fuego. Con esta información, y bajo la supervisión de la Fiscalía de Primer y Segundo Turno, el 18 de junio se realizó un allanamiento en su domicilio en la calle Cambará del barrio Pinares y en propiedades vecinas en la calle Cuba.
El operativo resultó en la detención de L.D.B.F. y la incautación de diversos objetos: varios recipientes con marihuana, envoltorios de clorhidrato de cocaína, dos pistolas, cuatro cargadores, 46 proyectiles de 9 milímetros, 12 celulares, 11 relojes, un Mercedes Benz C350, un Chevrolet Astra, dos motos de agua Yamaha, y dos motos de competición de alta cilindrada. También se identificó a una mujer que se declaró novia del detenido, en cuya posesión se encontraron 116.000 pesos uruguayos y 1.675 dólares, siendo también llevada a la dependencia policial.
Enterada de los resultados, la Fiscalía dispuso que los detenidos fueran conducidos a su despacho. Posteriormente, el Juzgado Letrado de 11º Turno dictaminó la condena de L.D.B.F. como autor penalmente responsable de dos delitos de tenencia no para consumo de sustancias estupefacientes, un delito de receptación, un delito de uso de documento falso, y un delito de tráfico interno de armas de fuego y municiones, todos en régimen de reiteración real. La pena impuesta fue de dos años y seis meses de penitenciaría, con descuento del tiempo ya cumplido bajo detención y medidas cautelares.