En diálogo con Portada, habla de la LUC y el debate que se viene, del Frente Amplio y su renovación, pero también de cómo ve el futuro del país y del departamento.
Luego de ser legislador departamental, hoy se desempeña como legislador nacional ¿Qué implica para usted haber ingresado a la cámara de diputados?
Es una experiencia muy interesante. El aprendizaje en la Junta Departamental fue fundamental, porque que te da una perspectiva de lo que es, en definitiva, el trabajo como legislador y ahora, estar representando al pueblo de Maldonado en el Parlamento creo que es uno de los máximos honores que puede tener un vecino del Departamento.
¿Qué cambia cuando se tiene que tener una mirada más nacional que local?
El Parlamento te da la posibilidad de tener una visión más global del país y acceder a información, a datos de cada departamento y del país en general, entonces es una experiencia enriquecedora y muy interesante.

¿Cómo evalúa al gobierno nacional que lleva casi dos años?
Bueno yo tengo una visión crítica, sobre todo porque cuando se privilegian algunos sectores minoritarios por encima del general o del bien común, entonces es ahí donde tenemos un enfoque diferente. Por ejemplo, el equipo económico que gobierna, se dedica a ahorrar, y se enorgullecen de haber ahorrado 900 millones de dólares, pero como contrapartida de eso (y con datos de la propia Ministra de Economía) hay más de 100 mil nuevos pobres.
En ese contexto yo tengo una visión muy crítica. Ahorrar en base a la pobreza de la gente no me parece la forma correcta. Ahorro en base a subir el combustible, que lo que hace es disparar la inflación, tampoco. Ahorro, cuando en realidad el mercado interno se restringe y hay congelamiento de salarios y pérdida del poder adquisitivo, no. Y no solamente por el poder adquisitivo de los trabajadores, sino porque es lo que mueve el motor de la economía general.
Hubo una devaluación que se hizo al comenzar el periodo, aumentó el precio del dólar y eso beneficia a un pequeño, un mínimo porcentaje de uruguayos y uruguayas que se dedican a la agro exportación básicamente. No son más del 5% de la población, cuando el 95% restante se perjudica con una inflación disparada. Te repito, ahí tengo una visión crítica, y en general en todos los temas tenemos una visión bastante diferente, una mirada distinta y abordaríamos de forma diferente las situaciones.
Como, por ejemplo, la Ley de urgente Consideración, por medio de la cual se introdujo un programa de gobierno (en una sola ley) con más de 500 artículos, que van desde el chorizo artesanal a limitar el derecho de huelga.
Tenemos una visión diferente desde el punto de vista político, siempre desde la base del respeto y de reconocer la legitimidad del gobierno.
¿Todos destacan el manejo de la pandemia, pero el frente amplio insiste en las consecuencias posteriores desde el punto de vista económico?
Si, y todo es parte de lo que hablábamos. Somos el país, -después de Haití- de Latinoamérica en que gastó menos en sostener la crisis social que trajo aparejada la pandemia. Ahí también estamos en desacuerdo, y hay algo que nos toca muy de cerca en Maldonado, que es el sector turístico, y creemos que no se tomaron las medidas contundentes que se deberían haber tomado para sostener al sector. Hoy podemos ver la cantidad de empresas vinculadas al sector turístico que han cerrado, cantidad de trabajadores que han perdido sus fuentes de trabajo y otra cantidad de trabajadores que están sobreviviendo con seguros de paro. Bueno en definitiva eso es parte de cuando se tiene una visión de ahorrar y no invertir, y sobre todos en momentos como la pandemia.
¿Cuáles seria las medidas que a su entender debería haber tomado el gobierno para evitar el quiebre del sector? ¿Qué habría hecho el frente amplio para ayudar a los que quedaron por el camino cuando se cortaron las actividades?
Para el tema de las empresas, hubiese sido necesario dar beneficios fiscales y exoneraciones de impuestos reales, no de “pequeñas cositas”, que les hubiera permitido mantener sus puertas abiertas, mantener los trabajadores y poder sostenerse. Porque cuando todo esto pase y se logre la inmunización buscada debemos tener claro que el turista no puede encontrarse con hoteles y restaurantes cerrados, que no hay una empresa transportista en pie. Habría que sostener la infraestructura que es fundamental y esto no lo digo yo, sino que es la recomendación de la Organización Mundial de Turismo.
Era vital invertir, en el mundo se invirtió. Y quiero decir algo, cuando ocurre un fenómeno climatológico que afecta la producción agropecuaria, granizadas, inundaciones, sequías, el estado declara la emergencia del sector y ahí descarga una batería de medidas y apoyos para sostener la situación, y eso está muy bien.
Pero el turismo representa el 8% del producto bruto de este país, para que se hagan una idea, comparado en su momento con la exportación de carnes, que era la primera actividad del país, el turismo estaba ahí cabeza a cabeza.
Por eso insisto en que había que sostener el sector de alguna forma y no se invirtió. El turismo es de las industrias que genera riqueza y la distribuye rápidamente.
Si comparamos, los que plantan soja, por ejemplo, tienen muy pocas personas trabajando (el dueño, un par de trabajadores, el camionero que lleva la producción hasta el puerto y el despachante de aduanas), y cuando hay un retorno de riqueza que ingresa al país ese dinero no se distribuye más allá del salario de los trabajadores implicados. Ahora, cuando llega un turista, alquila un auto, toma un taxi, compra alimentos, sale a comer a un restaurante, deja una propina al mozo, compra artesanías o algún producto en los comercios locales, por lo que el turismo rápidamente genera y distribuye riqueza, que no lo hacen tan rápido o en tal magnitud otros sectores de la economía del país.
Y aquí en Maldonado vemos, por ejemplo, el almacén del barrio no era un emprendimiento turístico en sí, pero vive de lo que gastan allí los trabajadores directos del sector. Los negocios pequeños terminan siendo parte de la cadena económica generada por el turismo y cuando eso se corta tenemos los problemas que estamos viviendo en Maldonado.

¿Cree que la pandemia quitó el debate necesario del presupuesto o la LUC?
No porque en realidad la pandemia llegó primero y meses después llego la LUC y el presupuesto. Es más, la LUC, se llama Ley de Urgente Consideración y se votó en plena pandemia; y no hay en ella una sola medida de urgencia para atender la situación de emergencia sanitaria que vivía el país. Tampoco hay ninguna medida económica, (y esa era la verdadera urgencia que teníamos), la situación sanitaria y las consecuencias sociales producto de esa emergencia sanitaria y ninguna estaba en la LUC.
También cuando se discutió el presupuesto no estaba el foco de atención puesto en la emergencia sanitaria que estábamos viviendo. No había nada previsto para atender la emergencia sanitaria y por eso tenemos, miradas y posturas muy opuestas a las del gobierno.
¿El frente amplio se encamina a una renovación con las tres candidaturas a presidir la fuerza política?
Si, y creo que el Frente Amplio está en un proceso de renovación, y este proceso no solamente se da con la precandidatura, sino que se da también con algunas figuras que empiezan a surgir en la opinión pública como futuros candidatos, como es el caso de Yamandú Orsi, Carolina Cosse y otros. Las renovaciones son naturales y deben suceder y el Frente Amplio está en un proceso de renovación, los tres candidatos son buenos, yo tengo el mío que es Fernando Pereira y que creo que en esta coyuntura es el más indicado para conducir esta fuerza política porque tiene vasta experiencia en negociar y articular en poder ser interlocutor con los trabajadores, pero también con los empresarios. Es una persona con mucha capacidad de diálogo, que creo que le va a hacer bien al Frente Amplio, y reconociendo que los otros dos también son excelentes candidatos.


El referéndum de la LUC ¿puede ser un antes y un después, o sea, si el frente lo gana tiene chances en las próximas elecciones o no relaciona resultado con futuro?
No yo no lo relacionaría porque en los hechos, si uno se refiere a la historia, el Frente Amplio ha ganado plebiscito y referéndums varios y luego ha perdido la elección nacional, también en contraposición perdió un referéndum o un plebiscito y después gano las elecciones. Así que creo que no está ligado el resultado del plebiscito a las elecciones, pero si está ligado a la actividad política y la presencia del Frente Amplio en diferentes territorios siendo responsables y también críticos porque a nosotros nos tocó estar en la oposición y tenemos que controlar, pero también tenemos que proponer, y por ese camino vamos, la ciudadanía será la que luego defina.
¿Será un plebiscito contra el gobierno como señalan algunos?
Ese no es un dato de la realidad, es una sensación, es más, lo ve de esa forma la coalición de gobierno, porque por algo, cuando se estaban levantado las firmas no quisieron debatir, ni habilitar la cadena nacional de radio y televisión, se hizo lo imposible por silenciar, se persiguió por parte de la policía (como paso en Rocha) a militantes de actores sindicales y sociales que estaban recolectando firmas en medio de una situación de pandemia, donde todo era complicado porque no se podía hacer actos y las firmas se conseguían una a una. Mientras eso ocurría la coalición se negó a debatir y ahora ellos tienen un apuro bárbaro por salir a debatir. Así que creo que son ellos los que están viendo como un plebiscito contra el gobierno.

En lo particular, ¿cómo evalúa la gestión del intendente Antia?
Primero quiero aclarar que Antia es el intendente legítimo de Maldonado por un margen considerable de votos y eso yo lo tengo muy claro.
Le tengo mucho respeto en su jerarquía de intendente, tengo una visión muy diferente de él de lo que vamos a tener que hacer y lo que hay que contraponer, son modelos en diferentes aspectos.
Por ejemplo, el intendente Antia que se reserva el derecho (y se votó en la junta departamental) de que el 30% de los ingresos a la función pública sean a cargo del intendente y no por concurso o por llamado. Nosotros no compartimos esa posición porque para ingresar a la función pública tendrías que ser amigo del intendente. A mí no me gustaría que mis hijos para conseguir un trabajo tengan que ir a militar a un club político de ningún partido. Prefiero que sea parejo para todos. Tenemos que confrontar ese tipo de cosas, pero con mucha altura, mucho nivel.
También cuando hace excepciones, y argumenta que es para que haya trabajo para la gente, en definitiva, lo que hace no es aumentar las fuentes laborales, sino favorecer a especuladores inmobiliarios, que consiguen una excepción y luego salen a ver si logran vender un proyecto. Y así nos pasan cosas como San Rafael, que tenemos ahí un edificio histórico que se derrumbó y luego quedo todo ahí, en la nada.
No estamos de acuerdo en eso, sino en favorecer inversores que vienen para generar trabajo, que vengan a establecerse, un parque temático, o al quien que instale un polo logístico, cosas que generan movimiento y salidas laborales.
A mí me encantan las florcitas en los canteros, y creo que hay que ponerlas, pero no solamente en Av. España, creo que también tiene derecho la gente de camino de los Gauchos. Pero además cuando hay momentos de crisis, si yo tengo que elegir entre que la gente coma, tenga trabajo y las plantitas; elijo lo primero.
Esos son algunos puntos en los que estamos para confrontar opiniones. En definitiva, la gente es la que siempre va a terminar decidiendo.
¿Cuáles son aquellos temas que son su buque insignia a la hora de representar a Maldonado y que busca encausar desde el parlamento?
Hay un gran tema que es transversal a todo y es el trabajo, en Maldonado. Y más allá de la función que hoy cumplimos, dijimos en campaña electoral dos cosas: que íbamos a ser la voz de los que no tenían voz de Maldonado en el Parlamento, y prometimos que íbamos a trabajar por el departamento. Creo que lo estamos haciendo, por lo menos estamos poniendo todo nuestro empeño en cumplir. Esa fue nuestra promesa y la queremos honrar: trabajar, trabajar y trabajar.
La preocupación principal de la gente de Maldonado es el trabajo y esas son las cosas que a nosotros nos desvelan y con todo el equipo estamos tratando siempre de ver que proponemos, para que la gente de Maldonado tenga trabajo.

Fue uno de los impulsores de la denuncia judicial contra Germán Cardoso, ¿por qué?
Nosotros veníamos manejando varios materiales sobre la gestión del ministro Cardoso. En realidad, pensamos que íbamos a hacer una interpelación, había varias cosas, como que el ministro aparecía en los medios de prensa y era noticia, no por buena gestión, sino por estar permanentemente al filo de la navaja. Aparecía en unos audios en fiscalía vinculados a un policía que termino procesado por corrupción y otros temas; y teníamos algunas informaciones.
Pero cuando el Director Nacional de Turismo, el tercero al mando de la cartera, abogado Martín Pérez Banchero, realiza una serie de denuncias graves de irregularidades, es que nosotros tomamos esa decisión.
En definitiva, recordemos que Cardoso fue cesado de su cargo, nadie en el país cree que haya renunciado por voluntad propia y hace dos meses o un poco más el escándalo Cardoso es tema de Estado. Es lo que sigue estando y aún aparecen nuevos elementos que involucran su gestión, incluso el nuevo ministro que asumió ha tropezado con un par de piedras de la administración de Germán Cardoso.
Entonces, primero pedimos una comisión investigadora y la coalición de gobierno elige el peor de los caminos, que es el de la no transparencia y crea una comisión investigadora donde el acusado se sienta como denunciante, creando una cortina de humo para no clarificar nada. Allí es cuando la Bancada del frente Amplio, con los elementos que tiene, decide presentarse en la Justicia penal y radicar una denuncia para que sea la justicia la que decida.
¿Maldonado perdió la oportunidad de tener un ministro del departamento que lo representara a nivel nacional?
Yo creo que nos perdimos una gran oportunidad y no es algo que me alegre, más bien me genera mucha preocupación, porque estamos a un paso de la apertura de fronteras y de la temporada de verano (y una en que se nos va la vida), porque venimos de una temporada que no existió y de otra que venía floja. Tenemos situaciones adversas en la región tanto sanitarias como económicas, con una diferencia cambiaria brutal, con una Argentina que tiene apenas el 30% de su población vacunada y cuando el Ministerio de Turismo debería tener una planificación estratégica (que hoy sabemos en 16 meses nunca hubo un plan estratégico), no hay nada.
No se sabe ni como sostener al sector y la infraestructura para que no se cayera, ni como reabrimos la frontera, ni como traemos turistas o enfrentamos esta situación.
Es más, tenemos un nuevo ministro que seguramente le pondrá a la gestión mucho empeño y muchas ganas, pero tiene que hacer todo el camino desde cero. No tiene una planificación ni tiene absolutamente nada.
Así que creo que Maldonado se perdió una gran oportunidad, y más en estos momentos de pandemia.