¿Qué importancia tiene que Uruguay sea la sede de esta reunión?
Realmente es un gran honor que Uruguay sea el país anfitrión. Van a llegar participantes también de África. Nuestro slogan es “No dejar a nadie atrás”, y uno de los objetivos es acelerar la implementación del Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo para asegurar la inclusión de la población afrodescendiente en América Latina y Caribe.
¿Cómo será la agenda, que actividades están previstas?
Vamos a tener dos días de trabajo intenso, en los cuales dialogaremos y vamos a reflexionar sobre compromisos globales y regionales en torno a los derechos de los afrodescendientes, donde intercambiaremos experiencia en materia legislativa e iniciativa de acción afirmativa.
En este año 2021 estamos conmemorando 20 años de Durban, también por primera vez el Día Internacional de los Afrodescendiente, lo conmemoramos el 21 de agosto en Costa Rica, donde participamos.
Recientemente se ha acordado el establecimiento del Foro Parlamentario de las Naciones Unidas para los Afrodescendientes y nos preparamos también para la Cuarta Conferencia Regional sobre población y desarrollo, prevista el 2022.
En estos días de reunión, debemos aprovechar para reflexionar, operativizar cómo debe esta alianza de parlamentarios afrodescendientes sumar esfuerzos para desarrollar una acción concentrada, concertada y acelerada, para luchar contra el racismo y la discriminación.
Nuestra lucha (en cada lugar donde la vida y las circunstancias nos ha colocado) habrá alcanzado el éxito cuando las generaciones de negros que nos sucedan nazcan realmente libres y sin esa necesidad de andar golpeando (como nos ha tocado a nosotros) y derribando puertas para poder gozar de derechos que legítimamente nos corresponden.
Vamos a trabajar algo que desde siempre vengo pensando. Debemos cambiar la mirada de ese paradigma y dejar de ser víctimas, pero sin olvidar ese dolor terrible de nuestros ancestros que llegaron a estas tierras esclavizados, ese dolor que hemos cargado sobre nuestros hombros durante décadas. Ese sufrimiento no nos permite, a veces, dar ese salto. Entonces hoy digo, sin dejar de manifestar la indignación por todo lo que pasaron nuestros ancestros, que debemos de mirar más alto para lograr superar dificultades que nos toca atravesar.
Vamos a intercambiar con los parlamentarios que llenan nuestra experiencia.

A pesar de que en el discurso se habla de inclusión y de igualdad, ¿En su vida, y su carrera dentro y fuera de la política ha sufrido discriminación en nuestro país?
Hemos vivido la discriminación a lo largo y ancho del país. Es una discriminación sistematizada. Lo que sucede es que no está bien visto decir que discriminamos. Entonces decimos: “No discrimino porque tengo un amigo negro” y ya sólo con esta expresión, estamos discriminando.
A nosotros nos ha costado mucho y nos cuesta día a día, estamos constantemente dando exámenes. No es fácil, pero tenemos que continuar en esta lucha y este trabajo, demostrar que sí se puede.
Por eso, nosotros manifestamos y esto nos obliga a proyectar todo ese sabor amargo que nos ha tocado vivir, en acciones que nos proyecten (valga la redundancia), ya no como víctimas, sino como seres humanos. Sin importar el color de la piel, las creencias religiosas o el género, desde una rebeldía que enarbolamos desde nuestro espíritu y para que estén resueltos y comprometidos a luchar por la igualdad desde el lugar que nos toque.
A nosotros nos toca luchar desde el parlamento, pero nuestro objetivo es rendir tributo y hacer de la igualdad más que una utopía, una realidad. A eso estamos apostando y para nosotros esta reunión de parlamentarios afrodescendientes es sumamente importante.
¿Cuáles son los logros que se han realizado en nuestro país que quisiera destacar?
Debemos de reconocer que se ha hecho mucho en los últimos años, pero en éste periodo fue cuando se votó el presupuesto, por primera vez en Uruguay, donde el colectivo afrodescendiente tiene un programa de la Dirección de Políticas Públicas para los Afrodescendientes y cuenta con presupuesto propio.
Era algo muy necesario, porque generalmente tenemos programas y direcciones, pero sin presupuesto; y eso no permite las concreciones.
Hoy por primera vez en el país, nuestro colectivo cuenta con un presupuesto propio para poder trabajar en esas acciones y apostamos a la educación. De todos los temas, estamos totalmente convencidos de que es muy importante contar con leyes, (y felicito a quienes las proyectaron y votaron) respecto a las cuotas laborales por ejemplo, pero cuando llega el momento nuestros corrazáneos no cubren las bases de los llamados.
Por eso lo primero que tenemos que hacer es apostar a la educación. Ya, afortunadamente, hay un grupo importante de egresados y muchos chicos y chicas negros que están cursando estudios terciarios, pero tenemos que seguir avanzando.

¿Qué opina de incluir materias a nivel de escuela y secundaria que apunten a construir compromiso con la inclusión?
Los niños son multiplicadores del conocimiento y de la inclusión, a ellos tenemos que apostar.
Hay que trabajarlo desde la base y debemos de formar a nuestros educadores y tener elementos formales para abordar estos temas. Porque muchas veces, cuando hay casos de discriminación entre los estudiantes, si los educadores no tienen una educación sólida para abordar esta temática, realmente no podemos avanzar.
Tenemos que incorporar en la currícula, materias de formación de formadores, para empezar a cambiar y a trabajar con los decentes, con el personal de las instituciones educativas, para lograr ese avance y ese respeto que merecemos todos como personas.
Todos somos iguales ante la ley, es cierto, pero sucede que en los hechos, las cosas no se concretan.
¿Cuál sería su sueño de aquí a diez años respecto a este u otros temas en los que trabaja activamente?
En este momento estamos en este tema, pero trabajamos en muchas aéreas. El sueño cuando hablamos de estos temas, no sé si dentro de diez años, es que ojalá nosotros lo podamos ver, sería dar un cierre de lujo a todas estas convocatorias o manifestaciones en nuestro país contra el racismo y la discriminación.
Es decir, que ya no sean necesarias. Ese sería un sueño cumplido. Lograr que no existan esas diferencias tan notorias simplemente por el color de la piel.
Sueño con esa integración y ese respeto. También sueño con que las oportunidades sean iguales para todos. Que las oportunidades se brinden en igualdad de condiciones ese sería el mayor sueño. Porque sabemos que hoy de hecho, no es así.
Sin pedir privilegios, si dentro de diez años podemos decir que la igualdad de oportunidades es pareja para todos (en materia de llamados, trabajos, etc) ese sería más que un sueño, una meta cumplida. Confío plenamente en que así va a ser, porque la ciudadanía, el país y la sociedad, están todos comprometidos con este gran evento que se realizará en estos días, porque es un evento para todos en el Uruguay. Apostamos a la inclusión y a la no discriminación. Por eso decimos y reafirmamos: es un evento para todos, sin excepción.
