¿Qué implica coordinar la bancada de su partido?
A mí me había tocado terminar la coordinación de los años 2019 y 2020, pero fue porque los compañeros que estaban en la coordinación no pudieron terminarla. En primera instancia cuando Washington Martínez coordinaba y no pudo seguir y luego en 2020, con el Flaco Noguera.
En las dos ocasiones pasó lo mismo y terminé coordinando.
Pero ahora, por primera vez voy a asumir la coordinación, designado por la bancada, durante un año.
¿Qué desafíos y prioridades tiene por delante?
Es un desafío enorme y mi prioridad, estar a la altura de lo que implica la conducción para llevar adelante nuestra fuerza política.
Así que, primeramente es un orgullo y segundo una gran responsabilidad, porque genera muchos vínculos con todos los partidos, es decir con la bancada de gobierno, con su coordinador (que creo que en este caso va a ser Luis Artola) y con la Bancada del Partido Colorado. Esto implica mucho diálogo. Nosotros hemos tenido buen dialogo en los momentos que estuvimos coordinando y creo que ahora ese buen relacionamiento también estará.
Por supuesto que tenemos diferencias con el partido de gobierno, que son importantes, pero creo que el dialogo es fundamental y nos va a llevar por buen camino.
¿Qué propuestas llevarán adelante?
Nosotros llevamos una discusión muy firme a la hora de plantear el presupuesto quinquenal y expusimos donde creíamos que se debían destinar los recursos, pero el Partido Nacional hizo caso omiso en ese momento a nuestros planteos.
Creíamos que lo que había sido el Fondo COVID en 2020, que surgió por la crisis debido a la emergencia sanitara, debía continuar en 2021 por las cuestiones que se estaban viviendo, que eran más graves que en el 2020. Se hizo el planteo, pero no se nos escuchó.
Pedimos también llegar a los 2000 jornales solidarios por parte del gobierno departamental y no sólo que no se llegó, sino que no se llamó, a jornales con recursos propios del gobierno departamental.
Desde el principio dijimos que nuestra prioridad era enfocarnos en generar puestos de trabajo para la población, porque creíamos que era algo que se estaba necesitando notoriamente.
Tampoco aprobamos agregar nuevos impuestos, como quedó claro en el presupuesto quinquenal, donde se aumentan impuestos a las franjas mínimas de la contribución inmobiliaria por segundo período consecutivo. Esto era parte de lo que nosotros planteábamos.
En un año de pandemia aún, pero de más actividad, ¿qué necesita Maldonado?
Nosotros hemos insistido una y otra vez en darle estimulo a los comerciantes y al sector turístico. En su momento plateamos la situación de las camionetas de transporte, sobre las que la pandemia provoco un fuerte impacto. No tuvieron trabajo prácticamente durante un año y medio y las empresas tenían que seguir haciendo sus aportes (BPS; DGI y demás) cuando no tenían ingresos.
También hablábamos del sectores hotelero y gastronómico, que necesitaban algún tipo de estímulo.
Se hizo algo de aporte desde el gobierno departamental y creemos que debe ser mayor y en ese sentido vamos a trabajar. Asimismo, hay que estimular a los pequeños comerciantes porque vemos a diario como cierran en Maldonado.
Basta recorrer la peatonal Sarandí para poder verlo. Numerosos locales para alquilar porque los comercios bajaron sus persianas. En ese sentido creo que tenemos que trabajar.
Ha mencionado que los protagonistas de salvar la crisis económica han sido las ollas populares. ¿El gobierno ha estado ausente u omiso en esa ayuda?
El gobierno colaboró con alguna de ellas según dicen algunos referentes de las ollas populares, este año. Particularmente el Municipio de Maldonado y el de Piriápolis, pero es claro que hubo una gran ausencia, tanto del gobierno nacional como del departamental. Estanos hablando de que hubo más de 27 ollas populares. En las que la intendencia o municipios colaboraron no son más de 12.
Hubo un fuerte trabajo del movimiento sindical. Los sábados y los domingos ADEOM, sacaba más de 600 viandas, los lunes y miércoles a través de AUTE, los martes, jueves y viernes el SUNCA. Se iban complementando entre los mismos sindicatos con recursos propios, donde cada una de estas ollas sacaban más de 300 platos de comida. Fue un trabajo muy importante.
Hace poco usted denunció la situación compleja de la población de Maldonado a raíz de la pandemia. Y dijo que hubo ausencia total del gobierno nacional y la IDM. ¿Cuál habría sido el camino a seguir por parte del FA?
Bueno, el de no ahorrar en plena crisis. Estamos hablando del gobierno nacional. No se puede permitir que en plena crisis como se vivió, (sanitaria, económica y social), el gobierno saliera a decir que ahorró entre 600 y 800 millones de dólares.
Yo creo que ahí está la base. En crisis, está probado en todo el mundo, no se puede ahorrar, es cuando el Estado tiene que estar presente y creo que faltaron políticas del MIDES, articuladas con políticas departamentales. Allí el Frente Amplio desde el día 1 de la pandemia y la emergencia estuvo haciendo propuestas.
Hay que recordar en su momento al compañero Tabaré Vázquez y sus propuestas, o luego la de los senadores de la República, donde estuvo la fuerza política trabajando fuertemente. Pero desde el gobierno nacional una y otra vez no se nos hizo caso y en lo departamental paso algo similar. Cuando nosotros hablábamos de jornales solidarios, con recursos propios, lo que no se podía permitir era lo que sucedió. Se anotaron unas 12 mil personas de Maldonado y se llamaron a unos 800 cupos. Ahí estaba marcada cual era la situación del departamento, por lo tanto, había que dar respuesta.
¿Cómo observas a la intendencia en cuanto a las prioridades que marcó el gobierno de Antia?
Nosotros, en su momento planteamos y tuvimos una fuerte discusión, con la creación de ocho nuevos cargos de confianza en el gobierno departamental. Creemos que, en plena pandemia, donde la gente estaba quedándose sin empleo, no era lógico que el gobierno creara nuevos cargos de confianza y además por sueldos muy significativos.
Esas son líneas que planteamos en su momento al gobierno y que nosotros, sin duda, nos reafirmamos en eso para seguir trabajando hacia adelante.
También planteamos en la comisión investigadora el caso Barrabino, (yo en ese momento formaba parte de la Comisión pre- Investigadora) porque se debía investigar la situación denunciada y que impactaba en el Área de Higiene de la Intendencia. La denuncia apuntaba a que se digitaban las Licitaciones o encomendaba quien tenía que ganar o a quien se le conseguía trabajo.
Todo quedó por el camino también y es un tema que tenemos ahí. Hemos hecho todos los procedimientos correctos, como una comisión pre-investigadora, pedidos de informes, accesos a la información pública y ahora estamos analizando como seguir el tema.
Las exoneraciones para la construcción de obras que la IDM señala generan trabajo, ¿han sido reales a su juicio?
Ahí hay dos cosas muy distintas. Una, son las exoneraciones de impuestos que se venían aplicando en el gobierno nuestro, e incluso hay exoneraciones a nivel nacional que se crearon en nuestro gobierno, como aquellas inversiones por más de 15 millones a través de la COMAP.
Pero lo que planteamos una y otra vez y discutíamos era el tema de las excepciones.
Nosotros con asesoramiento técnico, plateamos que las excepciones no son generadoras de puestos de trabajo, como se afirma.
Porque está demostrado que los índices más altos de la construcción se dieron durante el gobierno del Frente Amplio y no fue con grandes torres, sino con bloques bajos, medio bajos y casas de residencia permanente.
Antia llevó a la junta unas 70 excepciones y prometió que se generarían a través de ellas entre 6000 y 8000 puestos de trabajo y datos del BPS y del SUNCA manifiestan que, en realidad, los picos más altos en la generación de puestos de trabajo en las grandes torres en estas excepciones fueron aproximadamente entre 1700 y 2000 trabajadores. Estamos muy lejos de lo que se prometió en su momento. Esto es porque en las grandes torres, la tecnología que están implementando y los procesos constructivos que llevan adelante no necesitan tantos puestos de trabajo.
¿Cómo se puede incidir desde la Junta Departamental en el mejoramiento de la calidad de vida de la gente de Maldonado?
Por exoneraciones en materia tributaria, evitar las excepciones en la normativa de la construcción, líneas de crédito para el gobierno departamental, fideicomiso financiero, que eso redunda justamente (si se lleva bien por el gobierno), en políticas que le permita darle vida a la población.
Ahí nosotros vamos a trabajar, desde esta bancada en los territorios.
Recorrer los municipios, hablar con nuestros concejales, hablar con la población en general, para ver cuáles son las necesidades realmente.
Necesitamos una bancada que salga a ver las necesidades a las diferentes localidades del departamento y creo que va a ser el distintivo a partir de ahora.
Además, la bancada ya está de acuerdo, en que debemos salir y comunicarnos más con la población, para después llamarlos en la propuesta que se haga desde la Junta Departamental.
Vamos a ser una bancada que va a salir a la calle. Vamos a recorrer los Comités de Base con los compañeros y con un constante intercambio con los concejales nuestros.
Eso va a ser algo distintivo que no se ha podido hacer hasta el momento, pero que anhelábamos desde el comienzo y la bancada resolvió hacerlo hace más de seis meses, no se pudo hacer, pero ahora vamos a encararlo.
La idea es que antes del receso de la Junta, que es el 15 de diciembre vayamos a Piriápolis o Pan de Azúcar a reunirnos con vecinos y nuestros concejales y comités de base de cada localidad.