Hombre de confianza política y personal del líder de Unión y Cambio, Rodrigo Blás, Correa tiene claro el peso de la responsabilidad que tiene por delante y el desafío de representar a un sector que tiene su candidato y aspira que sea el preferido en la interna nacionalista.
Consciente que muchas veces las sesiones se tornas extremadamente extensas donde no prima tanto las diversas posturas, sino una suerte de “circo” el futuro presidente buscará encausar del debate para reconectar con la ciudadanía.
¿Qué significa en lo personal asumir el desafío como presidente de la Junta, que es la máxima aspiración que puede alcanzar en el deliberativo departamental un edil?
Hace 22 años que estoy como edil acá adentro, debo ser el más viejo de los ediles de la Junta Departamental de Maldonado, y es una satisfacción y un honor para los que nos gusta el Legislativo.
No creo que sea un fin en sí mismo, pero me parece que a partir de ahí uno puede construir otras cosas en la medida en que se entienda como una herramienta. Nunca me lo propuse como una meta el ser presidente, pero es un lindo reconocimiento de mi sector Unión y Cambio y del Partido Nacional.
Hacerlo como parte de un partido que gobierna el país, el departamento y los 8 Municipios, ¿es un desafío aún mayor?
Es una responsabilidad muy importante, es la primera vez que el Partido Nacional llega siendo gobierno nacional, siendo gobierno departamental, con presencia en los ocho municipios y una mayoría dentro de la Junta Departamental como nunca antes se vio en la historia del departamento.
En nuestro caso, dentro de este período será la primera presidencia en el Legislativo que no es del sector del intendente Enrique Antía -por llamarlo de alguna manera- aunque todos somos parte del equipo de gobierno, porque el sector Unión y Cambio que es liderado por Rodrigo Blás integra el gobierno y ha colaborado muchísimo. Es todo un desafío, pero es un desafío lindo.

¿Qué importancia le da al cargo como integrante de la lista 23?
Le doy una importancia mayúscula, recuerdo que de la lista 23 fue presidente Daniel Lois en el año 2000 y después Rodrigo Blás en dos períodos y, si el partido lo decide, yo lo voy a asumir con mucho orgullo y responsabilidad. La 23 es la lista más antigua de Maldonado, siempre está, y siempre decimos -medio en broma y medio en serio- que casi todos los dirigentes actuales del Partido Nacional en algún momento estuvieron o pasaron por ella.
¿Cuáles van a ser las prioridades que se fijó por delante como presidente?
Las prioridades que tenemos son las mismas que tiene nuestro sector: administrar bien los recursos, hacer un gobierno de puertas totalmente abiertas a la ciudadanía y sacar la Junta Departamental del ámbito del edificio; eso es fundamental ya que hay un gran desconocimiento de la población de cuál es la actividad del edil, su función y quiénes son.
Creo que si salís a preguntar quién conoce a un edil, la gente conoce a uno, dos o tres y no puede ser así. La democracia cuanto más abierta sea es más democracia y cuanta más información tenga la gente de lo que hacen sus representantes va a ser mucho mejor.
También tenemos las prioridades que nos ha marcado el Partido Nacional y nuestro sector que son las de colaborar con el gobierno departamental, y ser expeditivos y ágiles con los expedientes tratando de avanzar con todo lo que llegue a la Junta Departamental en materia de obras, inversión y trabajo. Estudiarlo y poner los tiempos de la gente por encima de la burocracia porque nuestro gran desafío será colaborar en acortar esos tiempos políticos.

Si bien es sano el debate, muchas veces las sesiones comienzan en la noche y finalizan a altas horas de la madrugada. ¿Considera que la ciudadanía sigue con atención estos debates tan extensos? ¿Buscará acortar esos tiempos?
Las sesiones son el día en que se expone todo pero el gran trabajo de la JDM y del edil es a través de las comisiones que están día a día tratando diferentes temas. A mi entender las sesiones se han vuelto tediosas, no solamente por ser largas, pero cuando la discusión no redunda en que la gente realmente sepa lo que se hace no tiene sentido. Es bueno escuchar todas las voces y campanas, pero lo más importante de todo es que las cosas se hagan pronto porque sino es injusto para la gente.
Al ser un año preelectoral, ¿entiende que va a ser más difícil conducir el debate?
Va a ser un año divertido, un lindo desafío, donde ya arrancan a enfilarse los patitos y donde todos se van a ir volcando para el lado donde después se van a quedar. Estamos en un período muy particular donde entendemos que el Partido Nacional no corre riesgo y donde el desafío más importante es en la propia interna del PN. En principio, hay un sólo candidato que es Rodrigo Blás (Unión y Cambio) y los otros candidatos tendrán que alinearse o ver cómo disputan esa preferencia dentro del otro sector mayoritario del Partido Nacional.

¿Es una ventaja ya contar con el candidato definido?
Solamente si las aprovechamos. No podemos quedarnos, aunque hay tiempo para todo porque todavía falta para las elecciones internas. Tenemos una expectativa importante en que nuestro sector y nuestro candidato sea el preferido.
Hay, no sé si un acuerdo, o una estrategia, pero últimamente se ha observado que no se votan prórrogas si hay temas que abordan ediles, sobre todo de la oposición cuando se es muy crítico con el gobierno, ¿entiende que es sano para el debate?
Hay que entender que tenemos un reglamento que hay que respetar, las sesiones tienen horario de inicio y de finalización (a la hora cero). Si tenemos que tratar algo excepcional después de esa hora se precisa una mayoría especial para poder continuar, pero si te tienen de acá para allá, no se avanza, y cuando no existen expedientes que sean sustanciosos para la ciudadanía y lo que se quiere ampliar es el circo, con nosotros no van a contar. Sí vamos a estar para todo lo que sea trabajo, ideas, propuestas y discusión política.

Hace poco se puso en tela de juicio las delegaciones de ediles que salen del país a promocionar el destino, ¿qué opinión tiene al respecto y si va a introducir algún cambio?
Los que son necesarios y se hacen bajo una justificación política o técnica no me parecen mal porque las delegaciones siempre han salido. Los viajes se iniciaron con el primer período del Frente Amplio en el gobierno departamental, antes prácticamente era una excepción.
Del 2000 al 2005 cuando yo arranqué no se viajaba casi a ningún lado; del 2005 al 2015 muchas delegaciones salieron y después se siguió principalmente en lo que tiene que ver con una devolución en materia turística, cultural, comercial y para aprendizaje de los ediles.
Sin embargo, es como en todas las cosas, el uso está bien y el abuso está mal, todo lo que en la vida uno use y justifique es llevadero, pero cuando se arranca a abusar es cuando las cosas están mal. Lo principal es seguir cuidando el dinero de la gente.
Cada presidente le pone su impronta a su presupuesto. Los viajes en la medida que estén justificados son necesarios, en lo personal no soy de los que más viajó, hay compañeros que entienden que sí es importante, pero se estudiará cada caso. No es necesario mandar a diez, aunque está claro que traes ideas es fundamental porque sino cómo se hace para conocer otras culturas.
Hay que entender que la oposición juega y le encanta poner leña al fuego. Nosotros entendemos que el actual presidente Damián Tort tuvo una actuación saludable, cuidando los recursos públicos y va a terminar el período con plata en la caja y sin ningún tipo de inconveniente.

¿Cuánto ha cambiado el debate en los últimos años?
Muchísimo. Le he dicho a los ediles que me parece que se están equivocando de camino. Yo he sido compañeros de todos los que han pasado por acá y el trabajo era distinto, cada uno era duro es su posición, hablando de las cosas, pero no hablando de la gente.
Creo que a la gente hay que cuidarla porque cada uno, de las puertas de su casa para adentro, tiene una familia y en los últimos períodos se ha entremezclado todo.
Entiendo que es una estrategia del Frente Amplio a nivel nacional, nosotros no tenemos pelos en la lengua para decir las cosas, pero el manejo interno y hasta donde se quiere llegar para encontrar los resultados políticos, la verdad no lo entiendo.
Capaz que alguna vez yo le pegué fuera del clavo y me lastimé el dedo, y de ahí para acá aprendí. Tenemos que hablar de las cosas para las que fuimos electos: hablar y controlar la gestión municipal.
¿Acercar la JDM a la gente es una de sus prioridades? ¿Cómo se logra?
Sin lugar a dudas, las prioridades van a estar en el conocimiento y reconocimiento a instituciones y personas, vamos a tener que acercar la Junta Departamental a la gente, más cuando venimos de una pandemia.
Tenemos que salir de la zona de confort, visitar los distintos lugares y chocarse con la realidad. Hay que sacar algunos a los que les brillan los zapatos, porque el barro es más lindo.
¿Habrá sesiones en los Municipios o en barrios?
Es una posibilidad importante no solamente sesionar sino trabajar en alguna comisión, hacer ruedas con vecinos y conversar con las jerarquías municipales.
La gente a veces no quiere que le solucionen temas tan macro, quizás teniendo el jardín de la casa arreglado está mucho más feliz. Y uno en la política está para hacer que la gente esté más feliz y si podemos encontrar las soluciones, seguramente va a ser buena la gestión.
En definitiva, la base de la democracia es escuchar a todos y ver que es lo mejor para la gente, porque al fin y al cabo el edil no es una casta y el que entienda lo contrario está en el lugar equivocado.
