La decisión abre la puerta a los países para que aceleren sus propios procesos de aprobación regulatoria para importar y administrar la vacuna. También permite a UNICEF y a la Organización Panamericana de la Salud adquirir la vacuna para distribuirla a los países que la necesiten.
La agencia de la ONU para la salud aboga una vez más por la necesidad de que se otorgue a todo el mundo un acceso equitativo a la vacuna.
Esta decisión de la OMS convierte a esta vacuna producida por el fabricante Pfizer/BioNTech en la primera en recibir este tipo de homologación desde que comenzó el brote del virus SARS-COV-2 hace un año.
“Este es un paso muy positivo para garantizar el acceso global a las vacunas COVID-19. Pero quiero enfatizar la necesidad de un esfuerzo mundial aún mayor para lograr un suministro de vacunas suficiente para satisfacer las necesidades de las poblaciones prioritarias en todas partes”, dijo la doctora Mariângela Simão, subdirectora general de la OMS para el Acceso a Medicamentos y Productos Sanitarios.
“La Organización Mundial de la Salud trabaja día y noche para evaluar otras vacunas que han alcanzado estándares de seguridad y eficacia. Alentamos a más desarrolladores a que se presenten para revisión y evaluación. Es de vital importancia que aseguremos el suministro crítico necesario para servir a todos los países del mundo y detener la pandemia «.
Los expertos en reglamentación de medicamentos, convocados por la OMS de todo el mundo, y los propios equipos de la Organización revisaron los datos sobre la seguridad, eficacia y calidad de la vacuna Pfizer/BioNTech como parte de un análisis de riesgo versus beneficio.
La revisión encontró que la vacuna cumplía con los criterios imprescindibles de seguridad y eficacia establecidos y que los beneficios de usar la vacuna para abordar el COVID-19 compensan los riesgos potenciales.
La vacuna requiere almacenamiento mediante una cadena de ultrafrío por lo que debe almacenarse entre -60° y -90° grados centígrados. Este requisito hace que la vacuna sea más difícil de implementar en entornos donde el equipo de la cadena de ultra frío puede no estar disponible o no ser accesible de manera confiable.
Por esa razón, la Organización Mundial de la Salud está trabajando para ayudar a los países a evaluar sus planes de entrega y prepararse para su uso cuando sea posible.