El 29 de junio de 1973 era un día de invierno de los más fríos. Reinaba el temor en el aeropuerto de El Jaguel.
Allí el piloto Jorge Henderson era el hombre que tenía sobre su espalda la responsabilidad de sacar del país al líder nacionalista al que la dictadura quería muerto.
Wilson y su esposa, Susana Sienra partieron de forma clandestina y el piloto voló bajo para no ser detectado. Aterrizarìa después en el aeropuerto de Don Torcuato en Argentina, donde el caudillo comenzó su lucha contra la dictadura en los estrados internacionales.
«De mí nunca te vas a aburrir» le dijo a su esposa, según recordó el piloto Jorge Henderson.
Con todo ese componente político e histórico, el intendente Enrique Antía decidió que en la rotonda de Aparicio Saravia debía estar un monumento al hombre que iluminó el camino.
Este sábado se dieron cita para dejar la obra de Alberto Saravia, el jefe comunal, el ministro Javier García, el presidente del directorio blanco Pablo Iturralde, diputados, ediles, alcaldes y público en general.
En el marco de la inauguración Iturralde recordó el lugar donde se erige dicho monumento «en este lugar se fue Wilson al exilio luego de haberse enfrentado duramente contra la dictadura en un gesto republicano, radical e intransigente como él mismo lo dijo la noche del golpe de Estado».
«El no creía que hubiera dictaduras buenas y malas; creía que había dictadura y democracia» aseguró Iturralde. «Wilson acompañó a los exiliados de todos los partidos», señaló.
El monumento supera el tamaño natural, tiene tres metros y está hecho de bronce.
Está emplazado sobre un pedestal que se levanta en el centro de la rotonda de “El Jagüel”, que fue construido en hormigón.
Por su parte el ministro de Defensa Javier García manifestó la importancia de contar con un monumento a Wilson «hacerlo ahora, a menos de una año de las elecciones, en el ejercicio de gobierno de su partido, en coalición pero liderado por su partido, en un gobierno donde puedo decir que estamos cumpliendo, un gobierno de progreso y de libertad, que él nos inculcó y nos enseñó a defender» manifestó García.
Por su parte Luis Eduardo Pereira, secretario de la Intendencia de Maldonado manifestó la importancia de «reverenciar al último caudillo a pesar del paso de los años Wilson sigue siendo el denominador común, una figura que nos aglutina a todos» dijo.
«Recordarlo a través de esta escultura es recordar a un hombre que luchó siempre por su país, su partido y su vida, cuando la enfermedad se lo llevó antes de tiempo, pero sobre todo luchó contra aquellos que una vez creyeron que podía conducir los destinos del país a bota y prepotencia», concluyó.
El intendente Enrique Antía expresó que el monumento se erige en un punto estratégico «donde teníamos una pequeña placa reconociendo que este era el punto donde Wilson se tomó el avión para pelear por la libertad», dijo.
«Maldonado tenía que hacer un homenaje a un gran dirigente, la mayor parte de los dirigentes que hoy están en espacios de gobierno todos fueron militantes del sector wilsonista, poniendo en nuestro trabajo diario la manera de pensar de actuar, se lleva adelante en el trabajo cotidiano», aseguró.