Por Adriana Expósito.
No es nueva la polémica que existe desde hace años, en todas las áreas de atención a los públicos, sobre los beneficios de la inteligencia artificial, pero desde hace ya algún tiempo, esta dicotomía ingresó en el campo de la salud.
Robots que operan con tecnología de última generación, micro-cirugías de una precisión absoluta han impactado fuertemente la opinión pública mundial, y – ahora- la discusión se centra en las consultas o chequeos remotos.
La pandemia colaboró en algún sentido, al lograr que los pacientes, acostumbrados al contacto directo y presencial, se habituaran a las consultas remotas online. Pero dando un paso más allá, ya existen portales donde de forma rápida, uno puede realizar un chequeo “express” para determinadas dolencias.
Si bien, a la mayoría de los médicos la idea no les hace mucha gracia, algunos se animan a vaticinar que esto va a ser el futuro.
¿Será que la inteligencia artificial genera diagnósticos más rápidos que los humanos? Y además nos evita las largas esperas en salas llenas de gente, donde se reúnen individuos con la gama más variada de dolencias, que van desde accidentes hasta enfermedades infecciosas.
Un ejemplo cantante y sonante de esta nueva modalidad es https://symptomate.com/
Con un lenguaje muy claro y un sitio muy amigable, fácil de manejar, Symptomate, aclara:
- El chequeo no es un diagnóstico. El chequeo es para fines informativos y no es una opinión médica calificada.
- No lo use en emergencias. En caso de emergencia de salud, llame a su número de emergencia local de inmediato.
- Tus datos están seguros. La información que proporciona es anónima y no se comparte con nadie.
Hecha esa aclaración el bot te anuncia:
Hola!
Está a punto de realizar un chequeo médico corto (3 minutos), seguro y anónimo. Sus respuestas serán analizadas cuidadosamente y aprenderá sobre las posibles causas de sus síntomas.”. Luego te envía el id de la entrevista, y – como es de rigor- la clásica invitación a revisar y aceptar los términos del servicio.
Personalmente, realicé todos los pasos, y en menos de 4 minutos el súper chequeo on line me advirtió que debo hacer una consulta a un médico, preferentemente de medicina general.
El cuestionario que llené para llegar al fin de la consulta fue exhaustivo, y preciso.
Luego de la experiencia, quedé meditando mucho en el asunto. ¿Es que la tecnología nos está nublando el entendimiento? O la medicina se hay despersonalizado tanto, que hoy preferimos interactuar con un bot que con un médico real, de carne y hueso?
Por otra parte, si un chequeo no es un diagnóstico, entonces ¿para qué se toman el trabajo de armar un sitio exclusivamente para esto?
¿Será que la próxima etapa es generar diagnósticos on line? ¿Llegarán los robots con los que puedas dialogar y podamos realizar chequeos desde casa?
Debo confesar que aún prefiero ir al médico, y tener a un humano delante dándome el diagnóstico, y recetándome los medicamentos (cuantos menos, mejor). Pero reconozco que al finalizar mi experiencia de chequeo- symptomate- express me impresionó muy positivamente.
Junto con el saludo final, despliegan una mini encuesta sobre la experiencia vivida, y más aún, dan un espacio para que el usuario pueda sugerir mejoras del servicio. Tal vez esto sí sería una buena medida a seguir por las instituciones de salud, sobre todo las privadas, que en muchas ocasiones se parecen a un gran frontón donde rebotan nuestras inquietudes, consultas, solicitudes de turnos, y también nuestros mayores temores.