SI! Aunque parezca un chiste malo, pero en medio de la preocupación, y miedo reinante en el mundo por la nueva cepa Omicron de coronavirus, las autoridades de Sanidad dieron autorización de entrada a la embarcación “Hamburg”, que amarró el viernes en el puerto de Buenos Aires.
Luego de habilitar su ingreso sin control y permiso a desembarco a los pasajeros y tripulantes; pasadas 12 horas, se dieron cuenta de que habían cometido un “error” geográfico.
El buque, procedente de Cabo Verde, África, debería haber sido tratado con otros protocolos, por el tema de la nueva cepa, pero la funcionaria creyó que Cabo Verde pertenecía al continente asiático, y autorizó las maniobras.
No fue hasta el sábado, que una inspectora de la Dirección de Sanidad de Fronteras (afortunadamente con más cultura que la funcionaria, o al menos con geografía aprobada), desde al puente de mando del crucero de bandera de Bahamas MS Hamburg, la emprendió contra su subordinada con una frase contundente, que transcribiremos en forma literal:
“Boluda, este barco viene de Cabo Verde, ¿eso no es en África?”
Su interlocutora, otra funcionaria del mismo organismo que se encontraba en tierra, sostenía que la isla integra el continente asiático.
Más allá de la ignorancia de la “boluda”, y de la anécdota que recordaremos por años, se cometió un gravísimo error, ya que por ese desconocimiento se permitió el ingreso de una nave que viene de un territorio donde circula ya el Omicron de coronavirus y el desembarco de pasajeros pone en riesgo de trasmisión a la población. Cabe recordar que la Dirección de Sanidad de Fronteras es la institución responsable de cuidar la sanidad nacional en fronteras marítimos, fluviales, terrestres y aéreos.
Pero cuando la inspectora comprueba el error de la funcionaria y juntas llegan a la triste conclusión de que Cabo Verde forma parte del archipiélago del mismo nombre en territorio africano, dan la orden de retiro de “libre plática” del buque y se informa oficialmente que la nave está en cuarentena, por disposición del Estado Nacional.
A partir de ese momento se quitó la autorización de bajar o subir del barco y se ordenó a tripulantes y pasajeros el confinamiento en camarotes a la espera de hisopados.
Nadie sabe si durante las horas en que se permitió el desembarco y los visitantes circularon por las calles porteñas, en realidad pusieron en peligro la salud de la población. Lo que sí está confirmado es que al detectar la “macana” comenzaron una búsqueda desesperada de tripulantes y turistas por toda la ciudad.
Cada intento de solución de la gente de sanidad parece hundirlos cada vez más.
El crucero tenía programado como próximo destino el puerto de Mar del Plata, ahora quedó stand by y no se sabe que ocurrirá con las escalas en Puerto Madryn y Ushuaia, todo supeditado a lo que las autoridades sanitarias dispongan.
Por otra parte, el Hamburg tenía prevista una recalada en Montevideo, que fue suspendida.