Es la segunda causa de discapacidad a nivel mundial y la primera entre las mujeres jóvenes. El 34% de los pacientes tardan 10 años en llegar al diagnóstico.
El estigma que rodea a la migraña es uno de los principales obstáculos para su diagnóstico, ya que, un tercio de los pacientes consulta entre 4 y 8 profesionales antes de dar con el diagnóstico certero, pero también para su tratamiento porque esta es una enfermedad neurológica compleja, subestimada y, muchas veces, invisibilizada.
Se estima que afecta a más de 1.100 millones de personas en el mundo y al 9,5% de la población argentina donde, al igual que a nivel global, cerca de 3 de cada 4 casos son en mujeres, mientras que es la segunda causa de discapacidad a nivel mundial y la primera entre las mujeres jóvenes.
“La migraña es mucho más que un dolor de cabeza. Es un trastorno neurobioquímico, de probable origen genético, que provoca un aumento de la reactividad de la corteza cerebral en ciertas zonas que procesan el dolor. Esto genera crisis de dolor discapacitante, a la vez que múltiples síntomas neurológicos y autonómicos”, explicó la Dra. Fiorella Martín Bertuzzi, presidente de la Asociación Migraña y Cefaleas Argentina (AMYCA).
En tanto, 7 de cada 10 pacientes consideran que su vida profesional se vio afectada (en promedio, pierden 4.6 días laborales por mes) y 3 de cada 10 se sienten incomprendidos por sus colegas de trabajo. Además, entre el 48% y el 57% reportan una disminución significativa en las actividades cotidianas, entre el 16% y el 44% vio afectada su relación de pareja y 8 de cada 10 canceló planes sociales debido al dolor.
La migraña puede incluir el desarrollo de una serie de comorbilidades que complican el cuadro clínico: depresión, ansiedad, cervicalgia, fibromialgia, epilepsia, obesidad y enfermedad cardiovascular, particularmente en los casos de migraña con aura. El 85% de las personas con migraña reporta sentimientos de incomprensión, impotencia o depresión.
Su impacto económico se mide en costos directos -por consultas, estudios y tratamiento- y en costos indirectos derivados de la pérdida de productividad y el ausentismo laboral, también existe una pérdida sustancial de calidad de vida, agravada en los casos de migraña crónica.
Desde el punto de vista clínico, la migraña puede clasificarse como episódica (entre 1-14 episodio al mes) o crónica (15 o más días de migraña al mes).
Quienes sufren más de cuatro episodios mensuales, con marcado deterioro de la calidad de vida, tienen indicación de tratamiento preventivo (cerca del 40% reúne criterios para tratamiento preventivo16,17 ). Éste tiene como objetivo mejorar la calidad de vida, reduciendo la frecuencia, intensidad y duración de los ataques, mejorando la respuesta al tratamiento agudo y evitando la progresión a la migraña crónica.
En este contexto, es alentador saber que ahora hay más opciones de tratamiento disponibles en el país para la migraña. Los «gepantes» son una nueva familia de medicamentos de vía oral que bloquean una sustancia química relacionada con la calcitonina, la cual se asocia con el desarrollo de la migraña.