El secretario general del PIT-CNT, habló luego de la caravana del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ) que partió desde Bella Unión y en las primeras horas del martes llegó a Montevideo.
La movilización se realizó en defensa del trabajo y de las empresas públicas, en rechazo al cierre de ALUR que, de concretarse, provocaría la pérdida de 4 mil puestos de trabajo.
En diálogo con la prensa, Marcelo Abdala explicó que el STIQ ha sido un puntal en trabajar pensando en el desarrollo productivo del país, con compras públicas para el desarrollo. Precisamente, el tema de las compras públicas como forma de defensa del trabajo y la industria nacional fue uno de los ejes centrales que el PIT-CNT le propuso al presidente de la República en un encuentro desarrollado con el mandatario en Torre Ejecutiva, para afrontar el actual escenario nacional.
Abdala remarcó que los planteos en materia de desarrollo productivo que impulsa la Confederación de Sindicatos Industriales y el PIT-CNT son claves para la defensa del trabajo y de la cadena productiva integrada por asalariados y productores rurales, las plantas de ALUR, y las industrias vinculadas a la actividad.
«La acción que vienen desarrollando los compañeros y compañeras tiene todo el respaldo de nuestro PIT-CNT», enfatizó Abdala y en tal sentido, informó que mañana martes 20, las y los trabajadores de los sindicatos pertenecientes a la Confederación de Sindicatos Industriales, se concentrarán a las 10 de la mañana en ALUR Montevideo (Capurro), para acompañar el tramo final de la marcha que vienen desarrollando desde Bella Unión rumbo a la capital.
Lamentó la postura prescindente de los reclamos por parte del Poder Ejecutivo. «Lamentablemente, hasta ahora con oídos sordos del Poder Ejecutivo, que a tapa cerrada vinculó en la Rendición de Cuentas -que no es para estas cosas- el cierre de ALUR, con el mismo método con que hicieron la LUC», subrayó. Abdala reiteró el desacuerdo con la forma y el contenido de la decisión del Ejecutivo en relación al cierre de ALUR. En este sentido, dijo que la falta de diálogo y hacer «oídos sordos» a los planteos de los trabajadores «de a poquito va recortando la democracia».
En tanto Sebastián Azpiroz, representante del STIQ, dijo a los medios que desde hace más de un año y medio que han venido bregando en contra del cierre de ALUR, mediante reuniones con representantes de todos los partidos políticos con representación parlamentaria. «De un tiempo a esta parte, el gobierno ha transformado a ALUR de un centro productivo a un centro de costos», y puntualizó que allí está uno de los problemas actuales. «ALUR es un centro productivo, que implica a más de 4 mil trabajadores y por ellos estamos peleando», enfatizó.