En la proclama leída por la Secretaría de Género se señaló que con la LUC se afecta el derecho de huelga y se está pretendiendo «quebrar la organización sindical».
La proclama fue leída por la integrante del Secretariado Ejecutivo, Flor de Liz Feijoo, quien marcó desde el inicio, que cada 8 de marzo las trabajadoras «asalariadas y las que no tienen salario», inundan las calles.
Las definió como «Mujeres, disidentes, resilientes, porque la resiliencia trae memoria de luchas pasadas, luchas presentes y esa lucha futura que enmarca todos nuestros sueños».
La responsable de la Secretaría de Género, habló de manera frontal y pautó desde el inicio, el tono del mensaje de este 8M.
«Bajo un sistema capitalista, crudo e inhumano que mantiene su pirámide injusta, en base a la explotación, donde el horror de la guerra, el racismo, el fascismo más descarado, nos sigue sacudiendo», indicó.
En cuanto a las críticas recibidas en los días previos al 8M sobre la «mezclar la política» en un 8M, colocándolo como una fecha aséptica del almanaque, la obrera de la aguja dijo que «las mujeres somos parte de la política porque somos hacedoras de la vida cotidiana, sostenedoras desde un rol social que nos impuso la cultura patriarcal, reproductoras y educadoras. Seguro que si fuéramos a una huelga, el patriarcado se sentiría muy mal. Pero si nos vamos a la huelga todas y todos, lo que tambalearía es el sistema capitalista que utiliza la cultura arcaica para oprimir a los pueblos. Se han quejado por ahí que las mujeres trabajadoras estamos politizando este día. ¿Acaso nos somos las mujeres las que estiramos y estiramos nuestro cada vez más magro salario para llegar a fin de mes? ¿Cuál de nosotras no se queja cuando va a una feria? ¿Quién de nosotras no sufre cuando va a comprar un pedazo de carne? Pero después dice el presidente que aumentaron los precios de los commodities, que aumentaron las exportaciones, que se exporta y se exporta con precios internacionales cada vez más altos. Pero nosotras no la vemos. ¿Será que no quieren que nos avivemos de que algunos malla oro la están haciendo toda y nosotras midiendo como siempre las monedas para comprar algo?», interpeló.
La dirigente denunció que «entre febrero de 2020 y marzo de 2022, el salario creció un 13%. No lo digo yo, lo dijo el Ministerio de Economía y Finanzas. Lástima que el precio del aceite aumentó un 67%, la carne un 75%, los huevos 108%, la garrafa de gas -que no iba a subir- un 29%. Y parece que hablar de la LUC en esta proclama a algunas y a algunos los horroriza porque estamos haciendo política. ¿Desde cuándo a las mujeres trabajadoras se les antoja promover y hacer un paro general?», ironizó. «¿Será que esto es cosa solo de hombres? ¿O no sufrimos todos las consecuencias?, se preguntó.
«Quieren que retrocedamos y no lo vamos a hacer. En 1910 hubo 146 personas muertas, 129 de ellas, mujeres en la huelga de la blusa. La prueba para el juicio se basó en una puerta calcinada cerrada por fuera. Las asesinaron por reivindicar sus derechos. La multa para la empresa fue de 250 dólares. ¿Será que volveremos a esas prácticas? Porque no se trata de más o menos Estado, señor Presidente. Se trata de un Estado que beneficie a las grandes mayorías, se trata de mayor equidad, se trata de justicia, de justicia social, de un país mejor para todas y todos y no de ‘cuidar’ los recursos públicos comprando aviones de desecho cuando muere una niña por falta de traslado aéreo».