Los empleados aún no han recibido parte de los sueldos correspondientes al mes de agosto y tampoco el 25% de los salarios vacacionales de los empleados que se encuentran de licencia desde junio.
La Unión de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott) anunció este martes su decisión de declararse en conflicto debido a los atrasos en el pago de salarios a los trabajadores de la empresa Copsa. Según el dirigente de Unott, Miguel Marrero, los empleados aún no han recibido parte de los sueldos correspondientes al mes de agosto y tampoco el 25% de los salarios vacacionales de los empleados que se encuentran de licencia desde junio.
Marrero recordó que en mayo de este año Copsa, junto con otras empresas, recibió un adelanto financiero del Banco República, a cuenta de un fideicomiso que esperan percibir a fin de año. Sin embargo, pese a este ingreso de capital, la empresa rápidamente volvió a tener deudas con los trabajadores. «Es realmente una situación que nos tiene muy cansados, muy indignados», expresó el dirigente sindical, quien también señaló que las negociaciones han sido marcadas por una «falta de seriedad alarmante».
El gremio ha decidido iniciar una serie de medidas de lucha, aunque Marrero aclaró que en principio intentarán no afectar a la población. Las primeras acciones, según explicó, estarán enfocadas en dar a conocer las razones del conflicto. «Como siempre tratamos de ser muy responsables porque sabemos que el transporte es una actividad importante para la gente», aseguró, añadiendo que, aunque el sindicato no descarta tomar medidas más drásticas, intentarán implementarlas de manera gradual.
Marrero también destacó la necesidad de encontrar una solución de fondo para la situación de Copsa, empresa que, según él, lleva más de una década operando «a pérdida» y tomando de rehenes tanto a los trabajadores como a los usuarios. En ese sentido, señaló que han mantenido reuniones con algunas fuerzas políticas, entre ellas la Comisión de Transporte del Frente Amplio, para buscar una solución definitiva. Sin embargo, reconoció que las soluciones más inmediatas probablemente sean solo paliativos y que será necesario esperar hasta marzo para decisiones más profundas.
El dirigente enfatizó que, aunque los adelantos financieros han permitido paliar momentáneamente la situación, estos no representan una solución sostenible en el largo plazo. «La empresa tiene que ser viable», afirmó Marrero, destacando la urgencia de implementar cambios estructurales que permitan a Copsa funcionar sin recurrir constantemente a estos mecanismos.
La Unott continuará evaluando el desarrollo de las negociaciones, y según se resuelvan las demandas salariales, decidirá los próximos pasos a seguir en el conflicto.