El criadero de reptiles Alternatus Uruguay, ubicado en Piriápolis, recibió una anaconda amarilla (Eunectes notaeus) de tres metros y 80 centímetros, rescatada recientemente en el puerto de Nueva Palmira. Esta imponente serpiente, de tamaño excepcional, fue hallada por la tripulación del remolcador TR2 de la empresa Gomistar.
Ignacio Etchandy, responsable de Alternatus Uruguay, señaló que «a pesar de su imponente tamaño, la anaconda amarilla no representa una amenaza para los humanos». Su apertura de boca y la exhibición de mucosas bucales negras son estrategias de intimidación, no señales de ataque. Alternatus destaca que, aunque la apariencia de las anacondas puede generar temor, estas son animales temerosos de los humanos y en su mayoría inofensivas.
La anaconda amarilla se alimenta principalmente de presas como roedores, aves, peces y otros reptiles, no considerando a los humanos como fuente de alimento. Su naturaleza tímida las lleva a evitar el contacto con los humanos siempre que sea posible.
Con sus características colores y dimensiones, este ejemplar se convirtió en los últimos días en el centro de atención de curiosos y medios de comunicación que se han trasladado hasta Piriápolis para conocer aún más sobre este ejemplar. La anaconda fue rescatada por el funcionario Federico Diez de Corporación Navíos en Nueva Palmira, quien la entregó a Washington Cuadrado, funcionario del Municipio de Pan de Azúcar. Con el apoyo del alcalde, la anaconda fue trasladada cuidadosamente hasta el criadero Alternatus Uruguay.
Desde Alternatus, se llevaron a cabo revisiones minuciosas para garantizar que la serpiente se encontrara en buen estado físico, sin lesiones y sin problemas de movilidad. Tanto los funcionarios de Corporación Navíos como del Municipio de Pan de Azúcar, capacitados por el criadero, desempeñaron un papel importante en el proceso de rescate y contención.
Alternatus gestionó los trámites y permisos ante el Ministerio de Ambiente y el Ministerio del Interior para el traslado seguro al centro. Además, asumió la responsabilidad del bienestar del animal hasta su liberación, fecha aún por determinar por el Departamento de Control de Especies y Bioseguridad del Ministerio de Ambiente.