El director de Gestión Ambiental, Jorge Píriz, confirmó que se lograron suspender varias fiestas que no contaban con la habilitación correspondiente, así como los llamados «after» que se extienden -en ocasiones- hasta horas del mediodía «cuando no está permitido».
El propio jerarca concurrió, en la mañana del 1º de enero, junto a personal policial a una fiesta que se pretendía realizar y se logró impedirla. También asistió a otro evento que se estaba desarrollando y, al llegar las autoridades, se suspendió.
Señaló que le preocupan los «afters» porque se quiere que las fiestas sean seguras y cuenten con cobertura médica, seguridad, baños químicos, servicios de limpieza, y un montón de aspectos que son necesarios. Por lo tanto, «apuntamos a todas esas fiestas que se convocan sin una ubicación específica y fuera de los horarios permitidos».
Destacó que para Fin de Año hubo varias fiestas masivas que sí contaban con permisos y también se desarrollaron «juntadas» en las zonas del Puerto de Punta del Este, Manantiales o la Rambla de Piriápolis sin incidentes mayores.
También adelantó que a las 64 solicitudes de fiestas grandes que recibió la Intendencia, se suman otras que están en proceso de habilitación. Varios pedidos fueron rechazados al no contar con las exigencias adecuadas.